“Esta semana van a comenzar a restablecerse los servicios del PAMI”, prometió ayer el ministro de Salud, Ginés González García, en diálogo con Página/12. Para que la frase sea más que una expresión de deseos, el ministro le presentará hoy al presidente Eduardo Duhalde un plan de pagos que permita reanudar los servicios cortados desde hace casi dos meses. “La situación en la obra social era mucho más grave de lo que suponíamos”, admitió el funcionario.
González García no quiso hablar de cifras, pero aseguró que la deuda del PAMI “es muy superior a los 600 millones que manejábamos en un principio”. “Hay que buscar la forma de recuperar la asistencia, elaborando un plan de pagos”, adelantó.
–¿Se van a renegociar los contratos con los prestadores o se van a mantener? –le preguntó este diario.
–Hoy la prioridad es restablecer los servicios para que los afiliados tengan atención. En el futuro se verán los contratos. Queremos hacer las cosas más transparentes
–¿El pago se hará en pesos o en bonos?
–Eso depende de Economía. Lo que sabemos es que la recaudación de impuestos se ha hecho añicos en los últimos meses.
El ministro apeló a una imagen para sugerir que necesita de todos los actores del sistema de salud para resolver la emergencia. “Estamos en medio de un incendio y todos tenemos que hacer de bomberos”, dijo.
El funcionario evitó hablar de la cifra que se necesitaría para resolver la situación: está negociando a dos puntas, con los prestadores y la Tesorería.
La obra social de los jubilados y pensionados viene en picada desde octubre último, pero la situación se agravó a fines de noviembre, cuando dejaron de atender las clínicas, y en diciembre, cuando se cortó la cobertura de medicamentos. La crisis se había iniciado a principios de 2001, con la ley sancionada por el Congreso que obligaba al PAMI a financiarse con sus propios recursos, sin asistencia del Estado, en un anticipo cruel del déficit cero. Según el informe brindado por el último interventor, Raúl Pistorio, el PAMI debía a fines de noviembre 1750 millones de pesos.
Sin embargo, el ministro aclaró ayer que “el PAMI no es una bomba de tiempo y sigue siendo una entidad de servicios en toda la Argentina, por lo tanto, hay que tratarlo con mucho cuidado”. Para eso, el funcionario trabajó ayer durante todo el día con su equipo para armar el plan que le llevará hoy a Duhalde.
En cuanto a los objetivos de su gestión, se pronunció por un sistema sanitario “mucho más federal e integrado”. En ese sentido, propuso la puesta en marcha de un seguro provincial de salud. “Se pueden cambiar las cosas con los recursos que tenemos, a lo mejor con un poquito más de plata”, agregó.
Más que en el gasto en medicamentos y prestaciones, González García sostiene que hay que hacer hincapié en la prevención. “Se puede recuperar la salud pública simplemente cambiando los hábitos y las actitudes”, dijo. Y puso como ejemplo el caso de los accidentes de tránsito o del cáncer: “Puede hacerse una estrategia agresiva contra el cigarrillo, para combatir uno de los más importantes, que es el cáncer de pulmón”.
“No puede haber una salud para pobres y otra para ricos”, aseguró el ministro. Finalmente, destacó el papel de los hospitales públicos, “que están soportando toda la carga, porque los hospitales del sector privado están dejando de funcionar.” “En algunas provincias el sistema público está funcionando muy bien, y lo que es peor, es el único que está funcionando”, concluyó.