Gendarmes y policías son desde ayer los nuevos encargados de custodiar la seguridad de todas las líneas ferroviarias –incluyendo el premetro y el subte– a partir de un acuerdo firmado entre el Gobierno y las empresas concesionarias. Sin embargo, los cambios no fueron tan notorios en el primer día de puesta en marcha del sistema, que prevé la presencia de más de 2700 efectivos en los diferentes ramales. Los agentes de la Policía Federal vigilarán las estaciones de Capital y estarán a bordo de las formaciones, mientras que los gendarmes desarrollarán su tarea en los andenes ubicados del otro lado de la General Paz.
“Vi algunos gendarmes en las estaciones de provincia y me parece bien que se lleve adelante este operativo, porque hace un tiempo me tocó a mí y me asaltaron”, cuenta Estela, mientras mira de reojo la planilla de horarios del ferrocarril San Martín. Pero Elsa, que descendió en Palermo y baja apurada las escaleras de la estación, la contradice. “Fue como todos los días, no observé para nada ningún policía extra”, dice enojada. Ahora la seguridad está a cargo de la División Metropolitana de la Policía Federal y –según las líneas– de vigiladores privados que se dedican fundamentalmente al control de evasión, es decir, a asegurarse que nadie ingrese o salga de los andenes sin boleto. El convenio que las secretarías de Transporte y de Seguridad firmaron con las empresas establece el agregado de gendarmes y policías federales a los actuales custodios.
“La gente va a notar la presencia policial”, se entusiasma Jorge Molina, gerente de Relaciones Institucionales de Trenes de Buenos Aires (TBA). Y detalla que en su empresa habrá 40 efectivos de Gendarmería en la línea Sarmiento y otros 90 en la línea Mitre, en las estaciones bonaerenses y durante los días hábiles. Los fines de semana y feriados habrá una reducción en la cantidad de agentes, salvo que un acontecimiento especial –un partido de fútbol, por ejemplo– exija lo contrario. Los gendarmes trabajarán en prevención y control del delito, del mismo modo que los efectivos de la Policía Federal. Molina confía en que ambas fuerzas actuarán en forma coordinada para lograr una mayor eficacia.
“Viajar en tren, y sobre todo los fines de semana, es jugarse la vida, por eso me parece muy importante que haya más control”, opina Rosa, usuaria cotidiana de este medio de transporte que se mostró sorprendida por haber visto a un policía en su estación habitual. El plan piloto que había iniciado hace tres meses la empresa Metropolitano con la incorporación de gendarmes en los vagones se amplió a partir de ayer en el marco del acuerdo general. “Habrá dos tipos de controles: primero el de Gendarmería en la estación y luego el de la Policía Federal a bordo del tren”, señala Fernando Jantus, vocero de la compañía. “En el Roca, por ejemplo, tendremos 153 gendarmes y 95 policías durante los días de semana”, agrega Jantus. Los efectivos de la Federal serán los que lleven a cabo los controles móviles, mientras que habrá cuatro gendarmes en las terminales de la línea Roca durante las 24 horas y otros dos en el resto de las estaciones en turnos de 12 o 18 horas.
El costo total del programa ronda los casi 17 millones de pesos al año, de los cuales un 60 por ciento corresponde a la Policía Federal y un 40 por ciento a la Gendarmería. Y los efectivos de las fuerzas de seguridad pueden estar tranquilos, ya que se prevé pagar por adelantado estos servicios adicionales.
Producción: Romina Ruffato.