SOCIEDAD
› EL FISCAL PIDIO 8 AÑOS PARA EL EX MAGISTRADO
Hora decisiva para Bernasconi
La ironía impregnó la reducida sala de audiencias del Tribunal Oral Federal 5, donde se lleva a cabo el juicio contra el ex juez federal de Dolores Hernán Bernasconi. Durante la jornada, además de las quejas de la hermana de Bernasconi, se escucharon los alegatos del fiscal de la causa, Ernesto Rizzi, y de la representante de Alberto Tarantini, Elena Rombolá, quienes pidieron para el imputado 8 y 10 años de cárcel, respectivamente. Rizzi finalizó un monólogo de 5 horas acusando a Bernasconi por los delitos de “falsedad ideológica de documento público” y “asociación ilícita”, mientras que la abogada lo presentó, en un filoso discurso, como el jefe de una asociación ilícita que tramó un “plan perverso” para encarcelar a ricos y famosos.
“Quiso convertirse en adalid para la sociedad y se valió de su investidura de juez para cometer todo tipo de abusos.” Así comenzó la mañana para Bernasconi. Impasible, el ex magistrado escuchó, grabadora en mano y registrando cada detalle significativo en su computadora portátil, a la letrada querellante, y, más tarde, a la fiscalía. La representante del “Conejo” Tarantini no ahorró críticas y su tono le valió un airado entredicho con la hermana del ex juez, que siguió los discursos sentada en primera fila. “¡Qué barbaridad, cómo se atreve a decir eso!”, increpó la mujer a la abogada, luego de que ésta acusara a Bernasconi de “destruir los trofeos y robar la medalla de un Campeón del Mundo de 1978”.
La discusión subió tanto de tono que a la vuelta de un cuarto intermedio el presidente del Tribunal, Luis Di Renzi, amenazó con expulsar al escaso público presente si las escenas se repetían. Luego del episodio, llegó el turno del fiscal Rizzi, ya que, sorpresivamente, los abogados del otro gran damnificado, Guillermo Coppola, renunciaron a alegar y dejaron todo en manos de la abogada de Tarantini.
Rizzi pidió entonces ocho años de prisión para el ex juez federal, luego de bajar la calificación inicial con que lo había imputado de “jefe” de la asociación ilícita a “integrante”. “Era uno más, porque se redujo a la par de los otros integrantes ya condenados, perdió su autoridad como juez porque para ellos no era el juez, era el tío”, definió también irónico Rizzi, en el transcurso de su exposición. El alegato del fiscal concluyó con una acusación a Bernasconi como autor de falsedad ideológica de instrumento público en siete oportunidades, que incluirían desde la inserción de datos falsos en actas de allanamiento hasta la falsificación de firmas. El próximo lunes se escuchará el alegato de la defensa y se fijará fecha y hora para dictar el veredicto y, de ser éste condenatorio, la sentencia.