La defensora del ex juez federal de Dolores, Hernán Bernasconi, Estela León, pidió ayer su absolución como acusado de armar causas contra “ricos y famosos”. Pero no se quedó allí. En su alegato de siete horas, para despegar a su defendido del armado de causas cargó contra la Bonaerense y el grupo de elite que trabajó en su juzgado (Daniel Diamante, Antonio Gerace y Carlos Gómez), afirmando que no seguían sus órdenes sino las policiales. Y siguió: para describir la corrupción policial, aseguró: “Yo, como mi defendido, también fui víctima de la Bonaerense. Durante cuatro años estuve casada con uno de ellos”. Como agregado final, pidió el procesamiento de Guillote Coppola por falso testimonio agravado.
León apeló a su apellido para defender a Bernasconi, y durante siete horas presentó un alegato con uñas y dientes. Trató de “patéticos Sérpicos” al otrora grupo de elite utilizado por el ex juez para trabajar las causas de ricos y famosos. El argumento de León fue que los ex policías Diamante, Gerace y Gómez eran independientes de las órdenes de Bernasconi y que únicamente obedecían al ex jefe de Narcotráfico de Zona Norte, Juan Carlos “Coco” Rossi, dado de baja en la primera purga de la Bonaerense. “Se visten mal, tienen pelos largos, se mueven mal, hablan mal y les pagan a los ‘buches’”, describió León con cara de asco.
Pero el punto culminante del alegato, que sacó de su modorra a los integrantes del tribunal, fue cuando aseguró que “yo fui víctima de ellos, como Bernasconi, porque estuve casada con uno durante cuatro años”.
En definitiva, pidió la absolución del acusado “por ser absolutamente ajeno a los hechos que se le imputan” y, contradictoriamente, pidió que no regresara a prisión: “¿Qué sentido tiene la imposición de pena a Bernasconi? No se puede hablar de la falacia de socializar, porque Bernasconi ya está socializado. Tampoco como representación de la prevención general, porque como mensaje a la sociedad se estaría diciendo ‘no persigas a los ricos y famosos’”. Añadió que el perjuicio que pudo haber provocado ya fue cumplido con los dos años y medio de detención en el Escuadrón de Gendarmería. “Cuando Coppola se queja en los medios por sus 97 días en prisión o Tarantini internado en una granja, Bernasconi ya ha cumplido con creces esa proporción y le queda un algo a su favor.”
Después, volvió contra Guillermo Coppola, solicitando su procesamiento por falso testimonio agravado cometido durante sus testimonios en el juicio que llevó a prisión al grupo de elite, vapuleado por todos los costados. Por ese delito corresponderían hasta diez años de prisión. Coppola, presente en el alegato, escuchó el pedido de León sin inmutarse. Al retirarse, se confundió en un abrazo con Alberto Tarantini, y felicitó al fiscal, Ernesto Rizzi, aunque discrepó con él: “Para mí, Bernasconi era el jefe de la organización ilícita, él firmaba, ordenaba, disponía, no era uno más, como dice el fiscal”.