Era temprano. La luz del día iluminaba las casillas de Villa Ponzatti, un humilde barrio ubicado en los alrededores de La Plata. La cuadrilla de Edelap, la empresa concesionaria del servicio de electricidad en la zona, se había subido sigilosamente a los postes de luz, con la idea de cortar las conexiones irregulares de las cerca de 200 familias que habitan el barrio. Sin embargo, apenas comenzaba a cumplir con su cometido la reacción de los vecinos interrumpió el plan: una lluvia de piedras obligó a los obreros a descender y acudir a la intervención policial. El hecho finalizó con un acuerdo entre ambas partes por el cual se comprometieron a buscar una solución menos drástica al asunto.
“Hace ya un tiempo que venimos registrando incidentes como éste con las cuadrillas de obreros que son enviadas a los barrios donde existen conexiones ilegales”, comentaron voceros de Edelap, quienes aseguraron que la firma puso en marcha una política de control sobre desvíos de energía. El hecho de ayer por la mañana ocurrió en la intersección de las calles 600 y 121 de Villa Ponzatti. Cuando se produjeron los primeros cortes, los vecinos comenzaron a salir de sus casas y, en un principio insultaron a los obreros, pero luego comenzaron a arrojarles piedras y, según fuentes policiales, hasta llegaron a golpear con palos a algunos de los empleados.
Luego, enardecidos, los vecinos instalaron un piquete en una calle quemando gomas y otros elementos. Minutos después llegaron al lugar cerca de 70 efectivos de la policía pertenecientes a la Guardia de Infantería, Caballería y al grupo Antitumultos. Aunque el fuego los dividía, la sola presencia de los uniformados calmó los ánimos de los manifestantes, por lo que no se registraron enfrentamientos entre los grupos.
El jefe de la cuadrilla de Edelap, con la anuencia de la empresa, y representantes de los vecinos acordaron entonces firmar un acta en la que los últimos se comprometieron a conformar una comisión para encontrar una solución al conflicto que mantienen con la empresa. A cambio, los obreros no llevaron a cabo los cortes que estaban previstos, aunque tampoco se reestablecieron los pocos que habían logrado llevar a cabo.