Un fiscal de San Isidro investiga a un ex colega por los delitos de encubrimiento, estafas y hasta asociación ilícita. La acusación del fiscal de Investigaciones Criminales Eduardo Rodríguez plantea supuestas maniobras fraudulentas con automotores mientras el abogado Hernán Collantes era titular de la Unidad Fiscal de Investigaciones (UFI) 8. Rodríguez pidió la detención de Collantes, pero un juez de Garantías la rechazó al considerar que faltaban pruebas de los delitos que se le imputan. Aun así, ordenó un allanamiento en el estudio de Collantes, quien cuando fue fiscal investigó entre otros a Horacio Conzi.

Uno de los abogados querellantes, Jorge Hernández, aseguró ayer que denunció a Collantes por incumplimiento de los deberes de funcionario público, debido a que mediante una presunta maniobra ilegal le había adjudicado a su socio Alberto Chiosa un auto BMW legalmente comprado por su cliente, de apellido González. A tono con esa imputación, el fiscal Rodríguez profundizó la investigación y tras haber pedido la detención de Collantes, insistió con la solicitud ante el juez de Garantías de San Isidro, Orlando Díaz. En ese nuevo escrito pidió que lo procesara por el delito de asociación ilícita.

“El fiscal le dice al juez que lo detenga por asociación ilícita, pero no dice por qué, de dónde se conocen, dónde se habrían puesto de acuerdo”, salió al cruce el abogado defensor de Collantes, Juan García Dietze. “Lo grave, la percepción que tengo, y que evidentemente percibe el juez al negarse, es que han urdido esas causas con miras a tratar de detenerlo. Pero no por un acto de investigación judicial válido, sino como represalia por no haber estado a la orden del fiscal general Julio Novo permanentemente, como otros fiscales”, le dijo a Página/12.

Collantes fue imputado de los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público, encubrimiento, defraudaciones y estafas, y prevaricato en al menos tres causas que lleva adelante Rodríguez. Los delitos investigados ocurrieron durante la última etapa en la que Collantes actuó como fiscal titular y también adjunto de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 8 de San Isidro. Collantes fue el fiscal que investigó a Conzi. Llegó a la Justicia provincial en 1999 y renunció hace pocos meses. “Entendió que era una etapa de su vida y prefirió volcarse a la actividad privada como muchos otros”, dijo García Dietze. El abogado sostiene que además el fiscal Rodríguez le pidió las detenciones de su cliente y de Chioza al juez de garantías Sal Lari, quien también denegó el pedido.

Según la acusación del fiscal, su ex colega violó los deberes de funcionario público al devolverle temporariamente a un investigado un automóvil BMW. Según el abogado Hernández, el tal Chiosa le vendió el BMW a su cliente a cambio de dos autos, ocho mil dólares y cinco mil pesos. “Pero Chiosa realizó una denuncia contra mi cliente diciendo que no le había pagado y Collantes, como fiscal de la causa, ordenó el secuestro del auto y se lo devolvió a su socio que se quedó otra vez con el BMW, más los ocho mil dólares y cinco mil pesos que había cobrado”, explicó. Hernández contó, además, que según la investigación del fiscal Rodríguez, en otra causa, una cupé Peugeot 407 robada fue encontrada en el estudio de Collantes y luego se determinó que el pedido de secuestro lo había levantado el ex fiscal en un “expediente paralelo”.