SOCIEDAD
› TRES HOMBRES APARECIERON MUERTOS EN UN AUTO EN JOSE INGENIEROS
Una cabeza de trofeo para la mafia
“El crimen tiene los códigos de un hecho mafioso.” Con esa hipótesis los tribunales de San Martín comenzaron a estudiar ayer uno de los crímenes más tenebrosos de los últimos meses. Tres hombres aparecieron muertos a una cuadra del Club de Golf de José Ingenieros. Los tres estaban cubiertos de balas y uno de ellos “tenía la cabeza perfectamente cortada”. Hasta última hora la Departamental de Investigaciones de San Martín (DDI) continuaba rastrillando la zona con perros para dar con la cabeza del decapitado. Según los especialistas en este tipo de delitos, la cabeza podría ser parte de un trofeo enviado al jefe de una banda. Los tres muertos eran menores de treinta años.
El crimen se conoció ayer a la mañana, por la denuncia de un vecino del club de Golf de José Ingenieros, una localidad de Tres de Febrero. A las 9.30 el hombre se acercó al destacamento policial para avisar que había visto un auto blanco sin patente estacionado en una calle cortada. El auto era un Volkswagen Gol robado y había quedado a la vista. La policía encontró allí a los tres cadáveres. “Por los datos que tenemos –explicó una fuente del Tribunal– el auto estacionó allí entre las dos y las seis de la mañana.”
En esas cuatro horas, el o los responsables del homicidio habrían dejado allí a las víctimas ya muertas. Los tres estaban vestidos con ropa sport, zapatos y “todo el aspecto era bastante pulcro y tenían el cuerpo con tatuajes”, decía anoche uno de los investigadores. Los tres aparecieron completamente cubiertos de balas: uno de ellos tenía dos disparos en la cabeza y los otros habrían recibido entre doce y quince disparos cada uno por la espalda. Apenas los encontraron, uno de los médicos forenses aseguraba que la muerte se habría producido unas 18 horas antes del hallazgo.
Intentaron identificar a las víctimas a través del auto. El Volkswagen no tenía patente pero el número de motor y de chasis permitió descubrir que se trataba de un auto modelo ‘93 con denuncia de robo. El auto había desaparecido el 8 de agosto de un domicilio particular del barrio de Hurlingham. Ese día, tres sujetos armados sorprendieron al propietario en la puerta de su casa. Después de amenazarlo le pidieron las llaves del auto: “Evidentemente –explicó la fuente del juzgado consultada– iban a buscar el auto para cometer este hecho”.
Ayer a la tarde, mientras avanzaba la búsqueda de datos, los investigadores descartaron que esos tres ladrones hayan sido quienes aparecieron muertos. “Sus características físicas no coinciden con las descripciones que hizo el dueño del auto”, explicaron. Para los peritos, el hombre que apareció con la cabeza cortada tendría unos treinta años. Los otros dos, en cambio, eran todavía más jóvenes: probablemente no llegaban a los veinte años. Los tres vivían en Fuerte Apache, a diez cuadras del lugar donde fueron encontrados.