SOCIEDAD
› LA MUERTE DE UNA MUJER EN EL INCENDIO DE LUGANO
Otro investigado en el SAME
› Por Alejandra Dandan
El caso puede convertirse en un escándalo. El incendio del viernes pasado de una de las torres de Lugano no sólo complicó a una médica del SAME. La Justicia avanza ahora hacia un nuevo blanco: un empleado del organismo que ese día atendió por teléfono la consulta de la médica. Hasta ahora, la única detenida en la causa era la doctora Adriana Borona. Ese día tuvo problemas para subir al piso 15 a rescatar a una mujer y buscó un teléfono para comunicarse con sus jefes. “No subas más, esperá que mando otro médico”, le dijo un empleado que ahora será convocado por la Justicia en calidad de imputado. En tanto, la gente del SAME y la Asociación de Médicos de la Ciudad de Buenos Aires ayer difundieron los resultados de autopsia. Según esos datos, la mujer murió media hora antes de que llegara la ambulancia.
Los efectos del incendio de Lugano exceden las crónicas policiales. Por primera vez, un médico porteño termina preso por su participación en una emergencia. Borona está detenida por “abandono de persona seguido de muerte”. Para el juez de la instrucción Luis Zelaya, la médica no hizo todo lo que debía haber hecho en el socorro. Por eso considera que tiene que seguir detenida. “No es un capricho –explicaba ayer una fuente calificada del juzgado–: tenemos elementos sólidos para dejarla detenida”.
¿Qué hizo y qué dejó de hacer la médica aquel día en Lugano? Borona viajó dentro de la ambulancia del SAME para una emergencia. Cuando llegó a Lugano, le avisaron que había una mujer en el piso 15 dentro de un departamento en llamas. La médica subió por la escalera oscura y mientras avanzaba se descompuso y se dio cuenta de que el agua, el humo y la falta de luz le impedían avanzar. Tenía taquicardia y en el tercer piso pidió un teléfono prestado para hablar con sus coordinadores. En ese punto, el juez encontró dos errores, y justificó las imputaciones:
1. Error Profesional: “La médica debería haber tomado la decisión sola y seguir avanzando”.
2. Error en la coordinación: “Fue impropio el consejo de quien atendió el teléfono en el SAME”.
La conversación entre la médica y el SAME está grabada en una cinta, y la cinta está en poder del juzgado. Para la Justicia, el material tiene los elementos suficientes como para rebatir cada uno de los argumentos aportados por la defensa, incluso los resultados de la pericia con indicios como para suponer que la mujer, para entonces, estaba muerta.
Según los médicos, la autopsia arrojó dos elementos clave. Uno de ellos son rastros de golpes en el cuerpo de la mujer. El otro dato es la hora y la causa de la muerte: “Falleció entre las 9.45 y las 10.10, por intoxicación con monóxido de carbono, y la doctora llegó a las 10.30”, explicó Marco Aurelio Real, abogado de Borona. El dato no es tan decisivo para la Justicia. En el juzgado piensan que “ni la médica ni la dirección del SAME sabían en qué estado estaba la mujer y por lo tanto –dijeron a Página/12– deberían haber entrado igual”.