SOCIEDAD
› CUATRO CHICOS MUERTOS DEBIDO A LAS INUNDACIONES
Después del agua, el horror
Ayer encontraron los cuerpos de los tres chicos que habían desaparecido con la crecida en Quilmes. El agua también mató a una nena en Tandil y su hermana habría corrido la misma suerte.
La búsqueda dio el peor resultado. Los tres chicos que habían desaparecido en medio de la crecida del arroyo Las Piedras, en Quilmes, fueron encontrados muertos, en un zanjón cercano al curso de agua, enredados con basura y maleza. Los familiares de dos de los menores fallecidos, que eran hermanos, culparon a la intendencia local de la tragedia, por no haber realizado el prometido seneamiento del arroyo. “Aquí estamos acostumbrados a que salgan ratas enormes y casi nunca vemos una máquina para limpiar y solucionar este problema”, denunciaron. Tal vez con la conciencia sucia, las autoridades municipales se apuraron a pagar el sepelio, los cajones y las parcelas en el cementerio de Ezpeleta. No fueron las únicas víctimas fatales que dejaron las inundaciones que azotaron el fin de semana al conurbano y al interior de la provincia. En Tandil, el agua se tragó a dos hermanitas de 11 y 12 años. El cadáver de la mayor fue localizado, pero hasta anoche se desconocía el paradero de la otra.
Ayer, todavía quedaban unas 1800 personas entre evacuados y autoevacuados en toda la provincia, de los más de 2500 que había hasta el lunes a la noche. El agua empezó a bajar, pero aún quedaban barrios anegados en La Matanza, Quilmes, Florencio Varela, Lomas de Zamora, Almirante Brown, Esteban Echeverría, Escobar, Chascomús, Azul y Cañuelas.
Los cuerpos de los hermanos Johnatan Cabral, de 13, y Juan Lescano, de 14, fueron encontrados a las 9.30 de ayer junto con el cadáver de un tercer chico, de alrededor de 17 o 18 años, que no pudo ser identificado. “Pensamos que es un chico que circunstancialmente se encontró con los hermanitos. Nadie lo reclamó”, comentó a Página/12 el comisario Emilio Sibau, a cargo de las seccional 4ª de Quilmes. Los cuerpos fueron ubicados en un zanjón abierto al costado del arroyo Las Piedras, enredados entre maleza y basura. En el momento en que desaparecieron los chicos, ese lugar tenía alrededor de 3,5 metros de profundidad. Ayer, el agua había bajado hasta 1,80 metros. El video filmado por un vecino los mostraba a los tres avanzando con el agua por encima de la cintura, con palos para medir la profundidad y sostenerse. “La hipótesis es que uno se cayó en la zanja y los otros dos habrán querido ayudarlo. Como el fondo está muy fangoso habrán perdido estabilidad”, señaló el comisario. La búsqueda, en la que participaron 8 buzos, se reanudó ayer a las 8.15, después que el operativo montado el lunes no diera ningún resultado.
Los dos hermanitos muertos comenzaron a ser velados ayer en el cementerio de Ezpeleta. La mamá, Fátima Lescano, tiene otros cuatro hijos y está esperando uno más. La familia vive en una casita muy humilde del barrio Colinos, en Quilmes Oeste, a unas 8 cuadras de donde fueron encontrados los cadáveres. Según supuso la madre, los chicos estaban yendo hacia el barrio La Matera, uno de los más afectados por la inundación en Quilmes, “a sacar a su tía para traerla con sus chicos a una casa seca”. La familia responsabilizó al municipio de la tragedia por no haber realizado las prometidas obras de saneamiento del arroyo. El secretario de gobierno local, Víctor Ojeda, se ocupó de pagar el sepelio, los cajones y las parcelas para enterrarlos, y le tiró la pelota al gobierno bonaerense: “Tenemos firmado un convenio con la provincia y tendrían que haber empezado el dragado del arroyo hace 30 días”, acusó. La gestión del intendente Fernando Geronés, sin embargo, tiene una causa abierta en la Justicia por una serie de obras que se habrían pagado y nunca fueron ejecutadas, entre ellas las del mantenimiento del arroyo Las Piedras.
En Tandil, la fatalidad también golpeó a los más pobres. El cadáver de una nena de 12 años fue encontrado en el arroyo Langueyú, en el paraje El Molino, a unos 3000 metros de su casa. Su hermanita, de 11 años, permanecía ayer desaparecida, a pesar de que se montó un amplio operativo de búsqueda en el que también participó un helicóptero y una avioneta. El domingo a las 15 las dos chicas fueron a visitar a una señora del mismo barrio Villa Italia que solía darles comida y ropa. Pero no llegaron. Por la noche se largó un intenso temporal que hizo desbordar el cauce delLangueyú y produjo la autoevacuación de 150 personas. La autopsia de la mayor determinó que no tiene signos de violencia y murió por asfixia por inmersión a las pocas horas de dejar su casa.