Con amenaza de paro y llamado a asamblea, el Sindicato Unido del Personal de Aduanas decidirá hoy qué actitud tomar después del sonado escándalo con sospechas de coimas que derivó el miércoles en la detención de nueve empleados de la Aduana del aeropuerto de Ezeiza y un miembro de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Los detenidos por orden del juez federal de Lomas de Zamora, Alberto Santamarina, están acusados de cobrar coimas a pasajeros provenientes del exterior que intentaban ingresar mercaderías de origen animal y vegetal no autorizadas y material electrónico. El sindicato niega el cohecho, mientras que el titular de la PSA, Marcelo Saín, niega que exista una “interna” en Ezeiza.

Los trabajadores –nueve empleados de la Aduana y un miembro de la PSA–- fueron acusados por presunto pedido de dinero a pasajeros que llegaron en el vuelo de Malasyan Airlines, para permitirles ingresar electrodomésticos o mercaderías de origen vegetal o animal prohibidos por las normas.

El titular de la Aduana, Ricardo Echegaray –quien el miércoles sostuvo que le “llamaba mucho la atención” que fueran detenidos varios agentes que días pasados descubrieron un cargamento de éxtasis–, hoy hizo mutis por el foro, mientras que el interventor de la PSA, Marcelo Saín, salió a negar la existencia de “internas” entre ambos organismos.

Entretanto, el titular de Supara, Carlos Sueiro, anunció a través de un comunicado (enviado por prensa de la Aduana) posibles medidas de fuerza que puedan surgir de la asamblea a realizarse hoy en Tacuarí 560 por parte de los delegados del gremio.

“No hay una sola valija detenida, ni un dato de cohecho concreto, pero igual detuvieron a diez personas y pararon el aeropuerto”, enfatizó Sueiro. Y estimó que los trabajadores deberían recuperar la libertad “pues no hay nada consistente”.

El dirigente afirmó que el operativo de ayer, realizado tras la llegada del vuelo de Malasyan Airlines, “fue un show, un atropello a la gente, que fue manoseada y humillada. Fue una venganza por el conflicto entre la PSA y la Aduana que se trata de resolver cargando sobre los trabajadores”.

Pero Saín negó la existencia de una “interna” con la Aduana y dijo que los acusados fueron sorprendidos “en flagrancia”, mientras pedían dinero a pasajeros. Sostuvo que tenían dinero –pesos y dólares– en sus bolsillos y en sus oficinas, por el presunto “cohecho y exacciones ilegales”. Destacó que su jefe, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, “tomó muy bien el procedimiento y lo alentó” y calificó al juez de “muy competente”.