La Justicia de San Isidro sumó ayer una nueva causa contra el sacerdote José Mercau, encarcelado en un convento desde 2005 por haber abusado de varios jóvenes en un hogar de menores de Tigre. Se trata de la denuncia por abuso sexual a un joven de 16 años, a partir de la cual el juez de Garantías Nº2 de San Isidro, Orlando Díaz, pidió la detención del cura.

El sacerdote ya está imputado por el delito de abuso sexual a varios jóvenes que vivían en el hogar San Juan Diego, de El Talar, en Tigre, y cumple arresto domiciliario en un convento, espacio que comparte con otros curas acusados de delitos sexuales.

La orden del magistrado fue emitida en el marco de la causa que investiga al sacerdote por abuso sexual a un joven de 16 años, supuestamente cometido, también, en el hogar de El Talar, donde el cura desempeñaba su labor.

Por esta causa el religioso, que desde hace 20 años está en la diócesis de San Isidro, debió prestar declaración el martes último en Tigre, donde fue agredido por familiares de las víctimas. En ese marco, el fiscal Marcelo Lloret pidió que el sacerdote abandone el estado de arresto domiciliario en el convento y cumpla la pena en una dependencia policial.

Esta nueva causa se suma a la que lleva adelante el Juzgado de Garantías Nº3 de San Isidro, por la cual Mercau está detenido en un convento benedictino de Los Toldos, desde 2005, bajo un sistema de prisión preventiva morigerada.

Según las fuentes judiciales, Díaz ordenó la detención de Mercau y le pidió al magistrado Rafael Sal Lari, del Juzgado Nº3, que el acusado quede “a disposición conjunta”, esto es, que su situación de arresto quede bajo la órbita de ambos magistrados. Díaz anticipó que en el caso de que Mercau logre la excarcelación en la causa que le sigue Sal Lari, entonces él requerirá que permanezca detenido en una comisaría de la zona norte bonaerense.

Según los testimonios de los jóvenes, el cura los seducía y después los forzaba a tener relaciones sexuales, según surge de una causa caratulada como “abuso sexual agravado”.

La abogada de los jóvenes abusados, Mariana Zárate, contó que el cura “tenía un mismo procedimiento con todos los chicos. Trataba de ganarse la confianza, seducirlos mediante diferentes maniobras y a cambio de bienes materiales que los chicos necesitaban, porque son de vulnerabilidad extrema”.

De esta manera, el sacerdote “en dos casos llegó al acceso carnal”, dijo la abogada, quien confirmó que “les daba zapatillas a cambio de favores sexuales, lo cual es lamentable ya que se trata de personas que necesitan ayuda”.

Zárate, quien también trabaja en el ámbito de la diócesis, está “convencida de que son muchos más los casos (de chicos abusados), ya que algunos se fugaron y otros casos han salido ahora”.