Al cumplirse el cuarto aniversario de la desaparición, en Chubut, de Iván Eladio Torres, de 26 años, la Justicia parece haber despertado de su letargo al ordenar la detención de cuatro policías que –desde el mismo día del hecho– vienen siendo denunciados por la familia de la víctima como posibles responsables de la detención del joven, que no fue asentada en los libros de la comisaría primera de Comodoro Rivadavia. “Nadie está buscando a mi hijo ni averiguan qué le pasó en la comisaría primera. Hay varios testigos que afirman haberlo visto cuando lo llevaron allí. También dicen que lo golpearon y que después se lo llevaron en el auto de un comisario, pero nadie se preocupa por investigar a fondo.” Ni la novedad de la detención de los cuatro policías parece dejar conforme a María Leontina Millacura de Torres, la madre de Iván. “Sólo sabemos que indagaron a uno de los policías, pero la jueza (federal) Eva Parcio no quiere recibirme y no tengo conocimiento sobre los pasos que se están dando para encontrar a mi hijo”, le dijo la mujer a Página/12.

Un amigo de Iván Torres aseguró que a las 2.30 del 2 de octubre de 2003, al joven lo detuvieron tres policías que iban en un patrullero que llevaba el número 469. El móvil era conducido por Mario Gómez, con quien iban el oficial ayudante Pablo Ruiz y el agente Eliseo Leiva. Ellos fueron los que lo llevaron, según los denunciantes, a la sede de la comisaría primera. Sin embargo, ninguno de los tres está imputado en la causa, ni siquiera ahora. Una de las órdenes de captura de la jueza Parcio fue contra el comisario Fabián Tillería, quien en el momento del hecho estaba al frente –en forma interina– de la seccional primera. El comisario Tillería fue detenido en la ciudad de Rawson. En noviembre de 2003, Página/12 reveló detalles del caso.

Los otros detenidos son los policías Juan Montesino, Marcelo Chemín y un tercero de apellido Bahamonde, cuyo nombre es muy conocido en Comodoro Rivadavia. La agrupación Pro Derechos del Niño de Chubut ha recibido denuncias contra Bahamonde y otros oficiales, por detenciones arbitrarias, golpes, apremios ilegales y simulacros de fusilamiento de los que fueron víctimas decenas de jóvenes que en los últimos años fueron llevados detenidos a esa seccional. Bahamonde, al ser detenido, seguía en funciones en una seccional de la localidad de Garayade.

Los familiares tuvieron, desde el principio, el nombre de los cuatro oficiales ahora detenidos. Uno de los testigos de la detención de Iván Torres fue Miguel Angel Sánchez, quien se encontraba preso en una celda de la comisaría primera. Según ese testimonio, al joven Torres “lo golpearon dentro de la seccional policías de la primera y también de la Unidad Regional. El testigo dijo que a Iván lo sacó de la comisaría primera el oficial Leonardo Favio Bustos, jefe de la Brigada de Investigaciones. Se lo llevaron en un coche de color amarillo”. El relato fue hecho a este diario por la madre de Iván Torres.

“Son varios los testigos que afirman que vieron cómo se lo llevaban a Iván esposado por una escalera interna; lo arrastraron por un pasillo y por esa razón se lastimó la cabeza. Son muchos los que vieron a mi hijo, pero pocos los que se atrevieron a prestar declaración”, insistió la mujer. En estos años, tres posibles testigos murieron en circunstancias sospechosas. Uno de ellos, Dante Camaño, que también estuvo preso en la comisaría primera, apareció asesinado de un balazo en la cabeza. A David Alberto Alles lo encontraron muerto en la Alcaidía de Comodoro Rivadavia. “Se dijo que murió en una riña de presos, pero todos creen que lo mataron los guardias”, aseguró Millacura de Torres.

La tercera muerte es la de un joven llamado Hugo Alvarez, a quien lo encontraron colgado de un árbol. El crimen no fue esclarecido. Se cree que fue una equivocación, porque el testigo del caso es un homónimo de la persona que fue asesinada. La madre de Iván Torres criticó a la jueza federal Eva Parcio. “Nunca me quiso recibir, a pesar de que estoy admitida como querellante. Sólo me manda a decir que ella es ‘el capitán del barco y que no tiene jefe ni nadie que la mande’. Yo sólo quiero saber qué pasa con la búsqueda de mi hijo.” La presidencia de la Nación viene publicando solicitadas en las que se ofrece una recompensa de 100 mil pesos a quien brinde “datos útiles” sobre el paradero de Iván.

El caso fue presentado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. “Hay cuatro detenidos, pero son trece los policías que intervinieron y queremos que todos estén presos”, subrayó la mamá de Iván.