SOCIEDAD
› PIDIERON 30 MIL PESOS Y LA POLICIA LOS DETUVO
Secuestro fallido en Martínez
”Subite al auto que te quemo”, amenazó, alrededor de las 19, uno de los dos desconocidos. Y el joven, que descargaba bolsas de supermercado de su auto para entrarlas en la casa de su suegra, en la calle Santo Domingo, de la localidad bonaerense de Martínez, decidió aceptar las condiciones impuestas. Subió a su VW Gol y partió con rumbo incierto, acompañado por los dos desconocidos transformados en delincuentes. La esposa del secuestrado, que observó todo, avisó a la policía. Los secuestradores llamaron más tarde exigiendo 30 mil pesos para liberarlo. Pero la policía detectó el auto en la villa Bancalari, en Don Torcuato. Tras una corta persecución por los laberintos de la villa, los dos sospechosos terminaron detenidos y el marido, devuelto a la compañía de esposa y suegra.
La mujer tuvo la sospecha de que algo raro ocurría cuando observó que junto a su marido había un hombre desconocido, que interrumpía la descarga de bolsas del supermercado. El azorado marido, empleado de una empresa telefónica, y ahora amenazado por un arma, dejó las bolsas donde se encontraban, subió a su VW Gol, y partió sin rumbo preciso. Para la mujer, la confirmación llegó cuando comprendió que se había ido ya no sin saludar a la suegra, sino sin siquiera avisarle a ella con quiénes y hacia dónde partía. Atemorizada, llamó a la policía.
Entretanto, su marido recorría los kilómetros que separan Martínez de Don Torcuato. Allí, internándose en la villa Bancalari, en el Camino del Buen Ayre y Panamericana, fue despojado de todas sus pertenencias. Luego uno de los asaltantes llamó por teléfono a la casa del secuestrado. “Si lo querés vivo, entregá 30 lucas”, ordenó y pasó a dar las instrucciones del pago del rescate.
Pero la descripción del auto y del joven ya circulaban entre los radiomensajes de la Bonaerense. Con esos datos, una patrulla del comando de Tigre detectó al VW Gol cuando ingresaba a la villa. El dato permitió iniciar un cuidadoso seguimiento.
“Fue advertido el auto de la víctima en la zona –explicó el comisario Carlos Alberto Di Nisi, de la seccional de Don Torcuato–, se lo siguió y se lo esperó hasta que pudimos actuar. El personal ingresó a los pasillos de la villa, donde tras algunas corridas, atrapamos a dos de los autores del hecho y rescatamos al muchacho”, añadió el comisario.
“El hecho empezó como un robo común y corriente y terminó como un secuestro –añadió uno de los uniformados que participó de la investigación y el seguimiento–. Se dieron cuenta de que no iban a poder sacar ni un peso y quisieron obtener algún botín. Pero no tenían ninguna preparación para organizar un secuestro extorsivo y tener éxito”. La causa, calificada como “secuestro extorsivo”, quedó a cargo de la fiscalía en turno de Tigre.