Otra buena noticia de la sesión de la Legislatura de anoche es que en Caballito habrá una zona libre de torres y hasta de edificios de departamentos, una vieja aspiración de los vecinos movilizados. También sin debate y con unanimidad, se cambió la zonificación de una buena parte de la zona norte del barrio y del entorno del Hospital Durand.

Caballito fue particularmente afectada por el boom inmobiliario que ya anda pinchándose. Todavía con terrenos grandes como para construir torres, el barrio vio surgir varios emprendimientos completamente fuera de escala en una zona que, aparte de las avenidas, todavía se caracteriza más por las casas que por los departamentos. La movilización popular terminó reflejada en un proyecto de los diputados Anchorena, Baltroc, Gramajo y Olmos que limita las alturas en la región de Caballito donde todavía no abundan los edificios de altura.

La zona libre de torres queda delimitada por Aranguren, Juan B. Justo, Donato Alvarez, San Martín y Honorio Pueyrredón, aunque el límite no toma las avenidas, donde se puede construir en altura. Hay otra reserva más pequeña alrededor del Hospital Durand, entre Acoyte, Díaz Vélez, Acevedo y Avellaneda. Para deleite de los vecinos, el proyecto de los diputados fija la altura máxima a construir en 10,50 metros.

En concreto, esta altura significa que a las casonas más viejas en propiedad horizontal –una unidad en planta baja, otra arriba– sólo se les puede agregar un piso parcial, retirado de la línea de frente. Si se habla de construcción nueva, con las mezquinas alturas mínimas actuales, se pueden construir edificios de planta baja, dos pisos plenos y un tercero parcial y retirado.

La ley simplemente cambia la zonificación del área comprendida y fue producto de una larga negociación donde vecinos y constructoras lograron parte de lo que querían y sobre todo consiguieron reglas más claras. Pronto quedará en claro cuáles casas no tendrán vecinos que les quiten la luz, con la consiguiente valorización.