Alrededor de 150 organizaciones de todo el país llevan adelante un reclamo al Ejecutivo y al Congreso para que se traten cuatro proyectos de ley que proponen crear un sistema de asignaciones universales para chicos de hasta 18 años, sin distinción de ningún tipo. La idea es que por cada pibe los padres reciban entre 70 y 100 pesos mensuales, y así los chicos argentinos puedan ver “mejorar su calidad de vida”.

“En algún momento, en Argentina todos tuvieron salario familiar, en una época de políticas de pleno empleo y distribución, pero eso se desdibujó junto con el mercado laboral”, recordó Daniela Jaschek, del Instituto de Desarrollo Social, una de las entidades intervinientes, en diálogo con Página/12. Reclaman que se traten los proyectos del socialismo, el Ari, la CTA y la UCR, que reposan en algún cajón del Congreso y que proponen que el Estado pague una suma fija por mes a cada padre por hijo nacido o en camino, sin más condición que ser “ciudadano o residente acreditado”.