La Corte Suprema de Justicia ratificó que la causa por la muerte de la niña Marcela Brenda Iglesias el 5 de febrero de 1996, cuando cayó sobre su cuerpo una escultura en el Paseo de la Infanta, está prescripta. Así, por ese hecho nadie resultó castigado.

El alto tribunal, con las firmas de los jueces Elena Highton de Nolasco, Carlos Fayt, Enrique Petracchi, Juan Carlos Maqueda, Raúl Zaffaroni, más las disidencias de Ricardo Lorenzetti y Carmen Argibay, rechazó la última apelación que intentaron los padres de la pequeña.

La Corte contradijo el criterio sustentado por el procurador general de la Nación, Ricardo Righi, quien postuló que no se aplicara la modificación legal que alteró los plazos para la extinción de la acción penal por el paso del tiempo.

El fallo que confirma la prescripción de la causa está vinculado con la situación del ex director de Policía Municipal Héctor Torea, quien estuvo imputado por los delitos de “homicidio imprudente, lesiones imprudentes y omisión de los deberes de funcionario público, todos ellos en concurso ideal”, según recuerda el fallo.

El procurador Righi advirtió que en todas las etapas anteriores se había aplicado la modificación de la ley que derivó en la prescripción de cientos de causas “por imperio del principio de retroactividad de la ley penal más benigna”.

“No concibo, sin embargo, cómo un principio que busca algo positivo podría ser interpretado de modo que lleve a consecuencias tan perjudiciales... No corresponde aplicar retroactivamente la ley 25.990, aun cuando un nuevo cómputo de la prescripción con arreglo a ella pudiera resultar más favorable para el imputado en el caso concreto”, sostuvo el jefe de los fiscales.

Más aún, su criterio dejaba flotando la posibilidad de que causas prescriptas fueran revisadas: “Queda abierta la posibilidad de cuestionar incluso la aplicabilidad de la nueva ley a procesos que se hallaban ya en trámite en la época de su entrada en vigencia”.

Sin embargo, la Corte ratificó la aplicación del principio de la “ley más benigna”, consideró que la apelación “es inadmisible” y, en consecuencia, desestimó el recurso extraordinario.

Marcela Brenda Iglesias murió cuando una escultura de 270 kilos de peso cayó sobre su cuerpo cuando caminaba por el Paseo de la Infanta, en avenida del Libertador al 3800, con sus compañeros de la colonia del Banco Hipotecario.