Un juez porteño hizo lugar a un recurso de amparo presentado por cooperativas de cartoneros y ordenó a la empresa TBA –que había anunciado el fin del Tren Blanco– mantener el servicio ferroviario utilizado por los recuperadores. Sin embargo, mientras los cartoneros beneficiados con la medida festejaban porque podían “trabajar para comer en fin de año”, la empresa informaba a Página/12 que no acataría el fallo judicial, por lo que el de ayer sería el último servicio del Tren Blanco.

El recurso de amparo fue presentado por cinco cooperativas de cartoneros del conurbano bonaerense, entre ellas El Alamo, cuya integrante Alicia Montoya contó a Página/12 “lo increíble de la emoción” del gremio por la resolución del juez Roberto Gallardo, que primero hizo lugar al amparo frente al anunciado cierre del Tren Blanco y dictó una medida de no innovar hasta tanto la Justicia dicte una sentencia firme. Es decir, ordenó a TBA a seguir prestando el servicio hasta nuevo aviso.

La empresa había argumentado que tomaba la medida a raíz de los casos de “vandalismo y deterioro” del material ferroviario.

Pero la resolución de Gallardo no tardó en ser respondida por la empresa. Anoche, un vocero de TBA explicó a este diario que la empresa ratificó que el de anoche fue el último Tren Blanco y anunció que “se contestará judicialmente” la resolución del juez. Según la empresa, el juez no tiene competencia en el tema por tratarse de un servicio público de jurisdicción federal. “En última instancia, algunos vivos que les compran lo recolectado a los cartoneros y los venden en los grandes centros de acopio del conurbano usaban el ferrocarril como flete gratis”, acusó el vocero de TBA.

Al respecto, la abogada de las cooperativas cartoneras, María Clara Bercheli, defendió la competencia de Gallardo al argumentar ante Página/12 que “existe validez interjurisdiccional porque el tren transporta a trabajadores desde y hacia la Capital Federal, y porque TBA está radicada en territorio porteño”.

Si bien al instante de comunicada la actuación de Gallardo los cartoneros ya creían que TBA apelaría el fallo, esperaban que su resolución les diera “un tiempo para dialogar con la Secretaría de Transporte”, que fue la que el lunes dispuso el cese del servicio.