De la mano del cese de las emanaciones del volcán andino Llaima, la nube de cenizas que desde el martes cubre parte de Neuquén comenzó a disiparse y las aerolíneas que realizan vuelos de lado a lado de Los Andes y en las zonas cercanas al Llaima finalmente continuaron con sus servicios, que habían sido cancelados antenoche. Aunque no hubo contaminación de suelo, aire ni agua, el gobierno neuquino repartió agua potable a la población. En Chile están atentos a posibles evacuaciones y continuarán en emergencia al menos hasta mañana, cuando se realicen nuevos controles al volcán.

Las líneas aéreas habían suspendido los vuelos el miércoles por la noche, pero durante la mañana de ayer se retomó el servicio, según informó el jefe del aeropuerto de Neuquén, Gabriel Maldonado. De la misma forma, se normalizó la actividad en los aeropuertos de Viedma y San Carlos de Bariloche, en Río Negro. El regreso al servicio en condiciones normales se dio luego de que Defensa Civil neuquina informó a las autoridades aeroportuarias que ya “no se detectaban cenizas en suspensión”.

La nube, de siete kilómetros de extensión, había alcanzado las ciudades neuquinas de Zapala, Los Catutos y Mariano Moreno, en la región central de la provincia. Pero comenzó a desvanecerse la noche del miércoles por los fuertes vientos que limpiaron la zona. Según informó Defensa Civil de Neuquén, no hubo contaminación de ríos, aunque igual el gobierno repartió unos 10 mil litros de agua potable como medida preventiva.

Además, de las primeras emanaciones se tomaron pruebas que determinaron ayer que entre los componentes de las cenizas había restos de elementos inofensivos para el organismo, en tanto que el único elemento contaminante encontrado, el trióxido de azufre, se halló en un “insignificante grado”.

Por ello, el gobernador Jorge Sapag aseguró que “no hay motivos para estar preocupados” y que el gobierno provincial “tomó las medidas pertinentes”.

Al otro lado de la Cordillera, el Ejército chileno se mantenía anoche en alerta para evacuar el poblado de Melipeuco, de 3000 habitantes y ubicado en los alrededores del Llaima, en caso de que se retomara la actividad del volcán, ya que ayer al mediodía hubo “dos emisiones menores de cenizas”, según la Oficina de Emergencias chilena.