Mié 16.01.2008

SOCIEDAD  › SE INCENDIO LA FABRICA DE LA SALTEÑA EN LANUS

Sólo empanadas a las brasas

El fuego se desató en el sector de preparado de masas. Los vecinos sintieron una explosión. Ya habían denunciado otro foco de fuego hace un mes. A la medianoche el incendio continuaba pero controlado.

Una inmensa corona de humo muy negro coronaba ayer las largas lenguas de fuego sobre los techos de la fábrica de tapas de empanadas La Salteña, ubicada en el partido de Lanús oeste. El incendio, que se desató a media tarde de ayer, al cierre de esta edición aún era combatido por 18 dotaciones de bomberos. Un obrero resultó herido con quemaduras e internado en el hospital Evita, donde se informó que su estado no revestía gravedad. Otro trabajador y dos bomberos, además de un policía, habían sufrido principio de asfixia y fueron atendidos con prontitud. El incendio se desató alrededor de las siete de la tarde y anoche aún se desconocían los motivos, pero se consideraba que se había iniciado en el sector de cocina y que las largas lenguas de fuego se alimentaban del hidrógeno y amoníaco de los refrigeradores de la empresa. Según denunciaban vecinos y trabajadores, el mes pasado se había producido otro foco de incendio en el mismo sector y no se tomaron medidas preventivas.

La fábrica ocupa toda la manzana con ingreso sobre la calle Miguel Cané, entre las calles Urquiza y Río de Janeiro, y Castro Barros sobre el fondo.

La manzana lindante del sector sur fue desalojada por los bomberos y personal de Defensa Civil ya que el viento, proveniente del norte, empujaba el humo negro sobre las viviendas. Alrededor de las nueve de la noche, los bomberos pudieron confirmar que el fuego estaba circunscripto pero que el total de la planta había quedado destruida.

El intendente de Lanús, Darío Díaz Pérez, confirmó que el fuego estaba “cercado”, aunque las imágenes dantescas sugerían que el cerco era mucho más amplio de lo que se suponía. Díaz Pérez dijo que en la fábrica utilizan amoníaco para enfriar los productos y que se habían incendiado los depósitos con ese producto. Otra versión sostenía que el inicio del incendio fue provocado por el estallido de una caldera.

“Empezó en el sector de cocina donde se producen ñoquis –dijo a Página/12 el teniente Varas, jefe de la delegación de bomberos de Villa Dominico–. Lo que pasa es que en los refrigeradores tienen mucho hidrógeno y amoníaco, que son productos muy inflamables.”

Alrededor de las diez de la noche, se hizo presente el gobernador Daniel Scioli, quien puso a disposición todo lo que fuera necesario para combatir el incendio. A esa hora, algunos vecinos comenzaban a dar muestras de nerviosismo cuando reclamaron al gobernador y a los bomberos que se encargaran de proteger las casas aledañas. “No se dediquen tanto a la fábrica y miren que no se quemen nuestras casas”, gritaba una vecina, desesperada. Además de las volutas de humo, se extendía el riesgo de la toxicidad del humo, lo que obligaba a los vecinos a alejarse del lugar.

La Salteña se encuentra en Lanús Oeste, a unas nueve cuadras de la estación de ferrocarril. Emplea a unos 500 trabajadores, de los cuales alrededor de la tercera parte pertenece al turno nocturno, el que estaba en funciones en el momento de desatarse el incendio. El fuego y el humo, de todos modos, se divisaba a kilómetros de distancia. Para combatirlo se concentraron cinco delegaciones de bomberos, que cuentan con entre cuatro y cinco dotaciones cada una: 18 dotaciones en total, que implicaban aproximadamente un centenar de bomberos. Además, intervinieron un coche bomba, un camión con grúa y otro con escalera mecánica.

A medida que el viento cambiaba de dirección, los bomberos debían retirar a los vecinos y curiosos que se aglomeraban y quedaban expuestos al humo. En el ambiente se extendía un poderoso olor a caucho quemado, mientras se oía a los espectadores exclamar “¡uhhh! ¡ohhhh!”, a medida que el viento levantaba las llamaradas por encima de los muros a unos diez metros de altura.

Uno de los empleados dijo a este diario que cuando “empezó el fuego nos dimos cuenta y salimos rajando, evacuamos todo sin problemas. Se escuchó una explosión y enseguida la sirena de la alarma contra incendios y entonces pudimos evacuar casi sin problemas”, y confiaron que un mes atrás se había producido un principio de incendio en el mismo sector, que pudo ser controlado. Los vecinos lo sabían y ayer insistían con sus denuncias al intendente Díaz Pérez. Aseguraban que en la fábrica había placas de poliuretano y tambores de amoníaco.

“Ya convoqué al cuerpo de inspectores municipales para que apenas se apague el fuego y se pueda entrar, intervengan en las pericias para determinar por qué se inició el incendio”, aseguró el intendente a este diario. Al cierre de esta edición, el fuego parecía bajo control, aunque aún se divisaban llamas importantes que asomaban por sobre los muros.

Informe: Luis Paz.

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