El legislador Daniel Peressotti, del FPV rosarino, expulsado la semana pasada del bloque, ahora fue procesado por la Justicia por presuntos golpes y amenazas a empleadas de su farmacia.
Lo echaron de su bloque la semana pasada; la foto que usó para su campaña a legislador hoy ilustra los afiches que lo escrachan por “golpeador”; ayer sus colegas crearon una comisión para investigarlo, justo el mismo día en que un juez Correccional de Rosario lo procesó como presunto autor de los delitos de “lesiones y amenazas” contra dos de sus empleadas. La única buena noticia que recibió Daniel Peressotti, concejal del Frente para la Victoria y empresario, es que podrá tomarse una licencia de 90 días que pidió (sin goce de sueldo, obvio). Todo empezó el 21 de enero pasado, cuando asaltaron una de sus 33 farmacias y se llevaron cuarenta mil pesos. “Negritas de mierda. Cómo se dejaron robar. Las voy a matar a todas”, denunciaron sus empleadas que les había dicho.
Según consta en la resolución del magistrado Edgardo Bistoletti, existen pruebas suficientes para procesar a Peressotti. El juez tuvo en cuenta las declaraciones de las dos empleadas y de sus familiares, que se encontraban en la farmacia esa noche de domingo, cuando llegó el empresario a su local después de haberse enterado del asalto cometido por tres delincuentes armados. Los padres de una de las chicas aseguraron que “se llevó la mano a la cintura, nos dijo que nos iba a pegar un tiro a cada uno y que iba a despedir a todas las negritas de mierda”. El concejal estuvo detenido por unas horas luego del hecho.
Hace una semana, Ayelén Soria y Liliana Segovia mantuvieron sus acusaciones luego de un careo con el empresario. También María Guillermina Padua, familiar de una de las chicas empleadas de la farmacia, aseguró haber recibido una patada en el pecho de parte del concejal, fuera de la farmacia, ubicada en Tucumán 1714. En cambio, una cajera del local defendió a su jefe: además de negar las acusaciones, dijo que fue amenazada por los testigos.
A la salida del careo, Carlos Varela, abogado de una de las denunciantes, contó que su representada “está compungida y se siente presionada por la situación. Peressotti niega la acusación, pero desde nuestra visión hay testimonios coincidentes y concordantes respecto de la conducta que se le achaca. Es poco posible, haciendo un análisis lógico, que cuatro o cinco personas hayan preparado una mise en scène para tratar de inculparlo”. Para el legislador no existen pruebas de los golpes, su principal hipótesis es que le quieren “sacar plata”.
Por otro lado, en el Concejo Municipal de Rosario ayer hubo una sesión extraordinaria para tratar éste y otros asuntos, que conciernen al empresario farmacéutico. Resolvieron crear una comisión de investigación para resolver la situación del edil en 30 días –ya hay gente que junta firmas para expulsarlo de su banca– y le otorgaron además licencia por tres meses que pidió para viajar el próximo 20 de marzo a Jordania por “estrictas razones personales”. Además de su reciente incursión en la Justicia Correccional, el legislador ya está procesado en un fuero federal por la presunta venta de psicofármacos sin receta en sus locales. El colegio de farmacéuticos también quiso investigar en más de una oportunidad el origen de los productos, que se ofertan a precios más bajos que la competencia.
Fue la suma de estas dos causas judiciales lo que impulsó la formación de la comisión –integrada por tres concejales–, que también hará un “seguimiento de conducta”. Antes de su creación, Peressotti había enviado a sus abogados a litigar contra el titular interino del Concejo, Osvaldo Miatello, de su mismo partido. Le pidió que rectifique cualquier tipo de sanción, procesamiento y la “absurda comisión investigadora” hasta que la Justicia dictamine. “Por la presente lo hago responsable por todos los daños y perjuicios que se ocasionen tanto a mi nombre como el nombre que lleva la red de farmacias más conocidas como Peressotti”, decía el escrito presentado por sus abogados.
Tras declarar en el Concejo para explicar lo sucedido el 21 de enero, Peressotti dijo que “el procesamiento no es una mala palabra, es sólo una investigación”. En diálogo con la prensa, Peressotti comentó que sus abogados presentaron la “revocatoria” del procesamiento y aseguró que sus colegas lo trataron bien.
Luego del escándalo, el concejal le dijo a Rosario/12 (la edición rosarina de Página/12) que había conocido a Hillary Clinton cuando era primera dama mientras visitaba una catedral en Budapest. “Me confundió con un grupo de turistas norteamericanos que estaba adentro y entonces comenzamos a hablar. Me preguntó si la había votado, y yo le dije que era de Argentina. Increíblemente, hasta que llegó la custodia y nos separó, me preguntó a qué me dedicaba: ‘A la política y a los negocios’, le contesté. Ella me dijo que eso era imposible, no se pueden hacer ambas cosas. Creo que debí hacerle caso a Hillary Clinton en ese momento. Y en cierta manera me arrepiento de mi paso por la política.”
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