“Viajábamos hacia Camboriú. No sabemos exactamente qué pasó: el micro se dio vuelta a veinte metros de un puente y todos quedamos atrapados en el micro. Fue una desgracia con suerte, porque pudimos haber caído al agua. Luego, unos camioneros brasileños enseguida rompieron las ventanillas de emergencia y nos ayudaron a salir del ómnibus.” Así relató su vivencia Adriana Ramos, una de las 56 pasajeras del ómnibus de FlechaBus que volcó en las primeras horas de ayer en una carretera del sur de Brasil, a pocos kilómetros de la ciudad de Porto Alegre, cuando se dirigía desde la terminal porteña de Retiro hacia los balnearios de Camboriú, en el estado de Santa Catarina. El saldo: 36 pasajeros con heridas leves y golpes. Al cierre de esta edición dos de los lesionados permanecían internados en observación, pero “fuera de peligro”, dijo a Página/12 Gustavo Coppa, cónsul argentino en Porto Alegre. Una versión indicaba que el chofer del micro se habría quedado “dormido”.

El accidente ocurrió alrededor de las 4.15 en la ruta BR-590, que une a las ciudades de Porto Alegre y Osorio, a la altura del kilómetro 38, en jurisdicción de San Antonio. Ramos contó que “un parabrisas se rompió y la gente que viajaba adelante salió despedida, pero está bien, nadie sufrió heridas graves”. Tras el siniestro, los heridos fueron trasladados a los hospitales Cristo Redentor, de Porto Alegre, y al Pronto Socorro, de la localidad de Canoas. “Todos fueron dados de alta salvo dos personas que se encuentran en observación y están fuera de peligro”, señaló Coppa.

Al respecto, Carlos Santos, vocero de FlechaBus, precisó, en declaraciones a la prensa, que “quedó una de los pasajeros –identificada como Ofelia Graciela Carreira– y uno de los conductores internados –Luján Fernando Jesús– en observación, pero por precaución”. En tanto, el resto de los turistas fueron alojados en dos hoteles de Porto Alegre. “Estamos todos asustados, pero estamos bien, la mayoría de la gente está bien”, confió la mujer.

Ayer, la policía realizaba pericias en la carretera y a la unidad de FlechaBus para tratar de determinar cómo se produjo el vuelco del ómnibus. “Hay rumores típicos que dicen que la responsabilidad fue del chofer. Cuando participa un extranjero en un accidente de tránsito, las versiones siempre lo responsabilizan”, comentó el cónsul Coppa. En este sentido, Santos rechazó una versión que indicaba que el chofer del micro se “había quedado dormido”: “No tenemos noticias de que eso sea cierto –dijo el vocero–, aunque estamos esperando el resultado del peritaje, no sabemos si es cierto”, dijo el vocero.

Una de las pasajeras, María, que viajaba acompañada por su madre y no sufrió heridas, contó que en el ómnibus viajaban dos choferes y que media hora antes del vuelco hubo un cambio de conductores. “Antes de cambiar, el chofer venía descansando.” “Pero debe ser que se quedó dormido, porque no fue por falla técnica el vuelco”, arriesgó la pasajera.

En tanto, algunos de los turistas decidieron regresar al país, mientras otros optaron continuar su viaje de vacaciones a los balnearios de Camboriú. “La empresa ha puesto dos coches que ya están en el lugar, uno para regresar a Buenos Aires y otro que va a seguir con destino a Camboriú para que los pasajeros que, en este momento están en un hotel, decidan qué quieren hacer”, dijo Santos. “Ya está, ya pasó una vez, otra no va a pasar; vamos a seguir a Camboriú, a pasar nuestras planeadas vacaciones”, dijo María. El vocero de FlechaBus detalló que entre los 56 pasajeros había “cinco de nacionalidad chilena, tres uruguayos y un estadounidense”.