Fiel a sus principios, el ex intendente Juan Carlos Tierno terminó sus días en la función pública con un enfrentamiento con la prensa pampeana, a la que consideró como uno de los factores que contribuyeron a su caída. Aunque eludió formular una crítica abierta al gobernador Oscar Mario Jorge, autor del decreto de intervención de la comuna de Santa Rosa, Tierno se quejó porque el mandatario, según él, le había negado la posibilidad de llamar “a una consulta popular” para que la ciudadanía votara si quería que siguiera o no en el cargo.

En una conferencia de prensa, opinó que lo habían desestabilizado sus “opositores políticos”, quienes habían logrado “su objetivo” porque estaban molestos por las medidas que había dispuesto, en soledad, sin el aval del Concejo Deliberante. “Estaban molestos (sus opositores) porque se habían empezado a cumplir lo que había prometido: ordenarnos como sociedad.” En ese sentido resaltó como logros haber labrado “nueve mil actas de infracción, comprobar que el 25 y el 30 por ciento (de los automovilistas) no tenía carnet para conducir, que había gran cantidad de comercios sin habilitación”.

Insistió en que su objetivo era “ordenarnos como sociedad, saber que hay límites” porque “no hay que decir que sí para ser carismáticos”. Consideró que lo “desestabilizaron” por sus “controvertidas medidas, como plantear que los comerciantes no le puedan vendar alcohol a los menores de 18 años, prohibir las medidas energizantes, evitar los actos de violencia en los boliches, controlar con rigor el tránsito vehicular”.

Criticó a los medios de prensa locales, a los que acusó de haberlo cuestionado “porque no les di todo el dinero en publicidad que ellos esperaban. Los 500 mil pesos en publicidad que se llevaban por año los dos diarios del Municipio de Santa Rosa (La Arena y El Diario) no se los di más. Lo quería usar para otros fines sociales”. Por eso se peleó con dos periodistas, cuando le preguntaron sobre las acusaciones de violencia familiar, y se fue de la reunión dando el último portazo.