SOCIEDAD
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Asegurar el trabajo
Por Beatriz Baltroc*
El proceso de destrucción de la industria nacional fue, como todos sabemos, devastador. Hoy presenciamos una paradoja. Los trabajadores comenzaron un proceso de recuperación de los lugares de producción ante la amenaza de cierre. La toma de las fábricas, la movilización, la constitución de formas de organización autogestivas y la participación en la difícil batalla judicial son parte de un proceso que avanza. Cien empresas recuperadas con modalidades diversas elegidas por los trabajadores dan cuenta de la decisión de nuestro pueblo de no darse por vencido. Un ejemplo de ello fue el Primer Encuentro de Movimiento Empresas Recuperadas del 7 de setiembre en la fábrica La Baskonia de La Matanza con la presencia de 60 cooperativas de trabajo de distintos lugares del país.
Fue una jornada abierta donde los concurrentes eran casi en su totalidad los trabajadores de las cooperativas y sus familias. Allí estaban los compañeros del sector social más golpeado por este modelo, los obreros industriales. Y el escenario era una gran fábrica metalúrgica quebrada por la privatización de Obras Sanitarias, su principal cliente.
En la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires estamos acompañando este camino con leyes de expropiación, dos de las cuales, Chilavert y Ghelco, se acaban de votar. También hemos propuesto un proyecto que dé un marco a esta problemática planteando declarar de interés social los inmuebles y maquinarias de las unidades productivas localizadas en nuestro territorio.
A partir de allí proponemos procesos de expropiación de las empresas en quiebra donde los trabajadores estén dispuestos a organizarse para encarar la continuidad. Creemos que es necesario incluir mecanismos de evaluación de la viabilidad, un registro de la situación de las unidades en crisis y sobre todo la constitución de un fondo para capital de trabajo.
¿Y cuál es la paradoja mencionada al comienzo? Mientras los trabajadores y sectores de la sociedad resisten, mientras elaboramos y sancionamos leyes que dan marco a esta lucha, perdemos día a día los bienes de producción. En muchas quiebras se llega al remate de maquinaria. En varios casos se trata de tecnología de primer nivel que es adquirida por un monto insignificante en la subasta judicial y es llevada fuera del país. Estamos perdiendo bienes de capital que por muchos años no podremos recuperar a manos de empresas extranjeras. Es necesario que tomemos medidas urgentes para impedir este vaciamiento.
* Diputada de la Ciudad de Buenos Aires, ARI.
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