Warren Jeffs, gurú de una secta poligámica mormona que fue disuelta por la Justicia en los Estados Unidos, fue acusado junto con otros cinco hombres por el delito de abuso sexual infantil. Además de las acusaciones por asalto sexual a menores de 17 años, uno de los hombres fue imputado por bigamia. El escándalo relacionado con la Iglesia Fundamentalista de los Santos de los Ultimos Días estalló en abril de este año, cuando las autoridades resolvieron poner bajo su custodia a 468 niños que formaban parte de la comunidad. El fiscal general de Texas, Greg Abbott, confirmó ayer que avanza “una investigación criminal en curso” y anticipó que solicitarán la extradición de Jeffs, preso en el estado de Arizona. Lo condenaron el año pasado como cómplice de una violación.

Abbott, que eludió dar precisiones sobre la acusación, dijo que los seis inculpados están relacionados con hechos que se investigan a partir de un operativo realizado por las autoridades en abril, en un rancho de Texas. Se ordenó entonces la custodia de los 468 niños, luego de haber constatado que la secta obligaba a las adolescentes, a partir de los 13 años, a “casarse espiritualmente” con hombres mucho mayores. También se dijo que los niños eran sometidos a castigos que incluían golpes, encierros y privación de alimentos.

Los cargos contra los miembros de la secta se conocieron durante el segundo día de sesiones del jurado de investigación. El allanamiento de abril se hizo después de que una adolescente de 16 años denunciara haber sido víctima de “abusos físicos y sexuales” y obligada a casarse con un hombre mayor. Por esa razón las autoridades de Bienestar Social se hicieron cargo de los 468 niños, aunque con posterioridad el Tribunal Supremo de Texas consideró que la medida era excesiva y resolvió devolver los niños al cuidado de sus padres.