Desde Madrid

El decanato de los juzgados de Madrid activó, apenas conoció el accidente, el plan de emergencia judicial para catástrofes. Se trata de un protocolo similar al que habilitaron los jueces tras los atentados de los trenes de Atocha. Del levantamiento de cadáveres se ocupó el juez que estaba ayer de guardia en Madrid, Javier Pérez.

Una de las tareas que emprendió el decanato fue localizar al máximo número de forenses disponibles para que se desplazasen al lugar donde están alojados los cadáveres y ayudasen en las tareas de identificación. Una veintena de forenses se ofrecieron para intervenir en las tareas de identificación. Otros muchos estaban de vacaciones. Apenas un tercio de los 146 cadáveres estaba completo tras el siniestro. “Y de ellos, algunos de los carbonizados”, explicaron ayer fuentes judiciales. Tras tomar fotografías del lugar del accidente y de la situación de los cadáveres en torno del fragmentado avión, el juez autorizó, sobre las siete de la tarde, el traslado de las primeras víctimas. Se trataba de los cadáveres que estaban completos. La prueba de ADN será fundamental para identificar al resto.

* De El País de Madrid. Especial para PáginaI12.