Casi un año atrás, circuló en la web otro video amateur en la ciudad de Paraná, Entre Ríos. La fimación aficionada, que recorrió toda la provincia, era protagonizado por dos alumnos de un colegio religioso. En el corto, una adolescente de 14 años le practicaba una fellatio a un compañero, mientras un primo del muchacho la grababa con el celular, sin permiso de la chica. Como consecuencia de la difusión del video, la alumna fue expulsada del colegio católico Santa Ana, según denunciaron a la prensa por entonces alumnos de la institución. Otros repudiaron a la alumna por “ensuciar” la imagen de la escuela.

En Chile, otro corto porno no profesional convirtió en icono de las filmaciones caseras a Naty, una estudiante de 15 años. “Ya po, no me grabés”, pedía con acento chileno y sin mucha convicción la jovencita que le practicaba sexo oral a un compañero en una plaza, mientras otro la grababa y un tercero la alentaban con la frase “wena Naty”, “wena Naty”.

El video llegó a YouTube y provocó su fama inmediata en Internet. Y además, que la expulsaran del colegio exclusivo La Salle, ya que la joven vestía el uniforme escolar en la filmación. Sin embargo, su partenaire y el camarógrafo aficionado no fueron sancionados. En el pequeño film de sexo casero aparecen sus rostros, y también llevaban puesta la indumentaria del colegio.