Lejos de lo que suele creerse, el sumo amateur no es sólo para personas gordas y de gran porte. Incluso sus técnicas de entrenamiento pueden ser aprovechadas por quienes no se tientan con la posibilidad de luchar.

El entrenamiento de sumo permite el fortalecimiento y la estabilización de la columna vertebral, que es el eje central del cuerpo, entre otras cosas. Por sus beneficios, la Federación Internacional de Sumo está promoviendo ejercicios basados en movimientos básicos y tradicionales del sumo como forma de mejorar la salud, conocidos como sumo keiko taiso. Según sus impulsores, “la práctica de estos ejercicios de salud relaja los músculos, mejora la circulación y estimula el sistema nervioso, resultando en la promoción de la digestión, absorción y metabolismo. Los ejercicios también promueven la estimulación del cerebro, la recuperación de la fatiga, la reducción del estrés y el fortalecimiento de las piernas y parte inferior de la espalda, lo que ralentiza el proceso de envejecimiento, restaura las funciones corporales, aumenta la fuerza física de base para el deporte, mejora la concentración y desarrolla el sentido del equilibrio”, se lee en www.sumo.or.jp. Los recomiendan para todas las edades y sexos.