“El riesgo es muy alto.” La sentencia se refiere a la posibilidad de que la gripe porcina –que en México enfermó a más de mil personas, y provocó la muerte a 20, y se sospecha que a otros 61– llegue a la Argentina, y pertenece a Guillermo Benchetrit, jefe de Infectología del Instituto de Investigaciones Médicas Alfredo Lanari. En diálogo con Página/12, el experto aclaró dudas sobre la nueva clase de gripe que amenaza con atacar al mundo entero y recalcó que “todos estamos en peligro”.

–¿Qué es la gripe porcina?

–Es una mutación de la cepa de Influenza A que usualmente ataca al ganado porcino. A partir de la combinación con otra cepa –casi siempre es la de las aves–, o con virus humanos, se genera una clase nueva de gripe. El problema es que, de tan nueva, no es reconocida por el sistema inmunológico de los seres humanos, con lo cual el cuerpo humano no sabe cómo defenderse. El salto de los cerdos a las personas se dio en alguien que trabaja con esos animales, que contrajo la enfermedad ya sea a través de sus vías respiratorias o a través del contacto con un animal infectado. El contagio a partir del consumo de alimentos derivados del cerdo no es posible.

–¿Por qué se da el contagio entre personas?

–Se da porque ningún cuerpo humano reconoce el nuevo virus. En cuanto a la forma de contagio, es tan simple como lo es en el tipo más simple de gripe: a través de las partículas de saliva expulsadas por la persona enferma cuando tose o estornuda; el contacto con la mano con la que se tapó la boca cuando estornudó o tosió, entre otras cosas.

–¿Cuál es el riesgo de muerte?

–Depende de cada organismo. La mortalidad está relacionada con la respuesta inflamatoria del organismo. Al no saber cómo atacar, el cuerpo reacciona con toda su potencia, principalmente con el sistema respiratorio. Así es como se puede producir una inflamación tal de los pulmones que lleva a la muerte. La otra forma de que el cuadro se agrave es si otra bacteria se mete en el cuerpo de una persona con la gripe, provocando una neumonía bacteriana. Si bien no hay que generalizar, los que corren más riesgo son las personas de entre 25 y 40 años. Es que, como su organismo está en mejores condiciones de responder a una enfermedad, la respuesta en ellos será mucho más potente, por ende más importante la inflamación.

–¿Tiene cura?

–Se puede elaborar una droga, una vez que se defina la cepa exacta. No obstante, habitualmente se cura sola, como todas las gripes. Sólo hay que darle espacio a que evolucione, cosa que en cada tipo de organismo será diferente.

–¿Cómo se evita el contagio?

–Lamentablemente no es sencillo. Al ser un tipo nuevo y no reconocido de gripe, no sólo no responde el sistema inmunológico humano sino que tampoco sirven las vacunas actuales. A eso, hay que agregarle el incesante flujo de personas a lo largo del mundo. Hoy es facilísimo trasladarse de un país a otro. Así de fácil es el traslado del virus. Allí el riesgo de que se desate una pandemia. Lo fundamental es la prevención. Hay que lavarse las manos, fundamentalmente luego de estornudar y toser; evitar las aglomeraciones; usar pañuelos descartables; no automedicarse y consultar al médico.

Informe: Ailín Bullentini.