Los 229 argentinos que estaban en un hotel del Distrito Federal de México desde el sábado pasado aterrizaron ayer a las 2.45 en un avión alquilado por Aerolíneas Argentinas. Antes de poder salir del aeropuerto, se sometieron a una cámara termográfica para medir su temperatura corporal, y según aseguraron los médicos que los acompañaron “ninguno presentó síntomas gripales durante el viaje”. Por consejo del Ministerio de Salud nacional no deberán, en lo posible, tener contacto físico con otras personas durante los próximos 10 días. Ni bien salieron de la aduana de la terminal B muchos desoyeron el consejo, se quitaron los barbijos y corrieron a abrazar y besar a sus parientes. “En el hotel me sentía como un rehén”, dijo uno de ellos. Todavía hay otro contingente de argentinos esperando volver.

“Estuvimos como en cuarentena durante cuatro días, sin información del exterior y sin tener contacto con la gente, pero el embajador (Jorge Yoma) no se movió del aeropuerto hasta que embarcó el último argentino en el vuelo”, dijo Julieta, de 31 años. Otra pasajera, llamada Carmen Batista, advirtió que en México “la gente está tranquila, no hay pánico, porque sigue todas las medidas que se anuncian en los medios (para evitar el contagio del virus H1N1)” y aseguró que en la Argentina “se magnifican un poco las cosas de lo que ocurre en México”.

El vuelo partió el domingo a las 18.26, hora argentina, del Aeropuerto Internacional de México Benito Juárez. En él volaron los argentinos que estaban en la capital mexicana cuando se suspendieron los vuelos de regreso. Hubo una sola escala, en Miami. El secretario de Gabinete y Gestión Pública, Juan Manuel Abal Medina, informó que se requirieron los datos de todos los pasajeros y los seis tripulantes para contactarlos y realizarles un seguimiento por el término de diez días.

“En general estábamos todos bien. Creo que había que haber revisado un poco más a todos los pasajeros, lo tendremos que hacer nosotros en forma particular”, dijo Norma Alegre, que había ido a Puerto Vallarta. “Nos tomaron la temperatura, nos dieron unos folletos, pero como ninguno estaba en condiciones de ser atendido, nos dijeron que tengamos precaución y por diez días no tomemos contacto con la gente”, agregó.

Ayer otro contingente de argentinos que pasaban sus vacaciones en la ciudad balnearia de Cancún fue llevado a México DF a la espera de poder regresar a la Argentina. “Su regreso dependerá de cómo evolucionen las cosas, ya que las medidas preventivas se prorrogaron, mientras que a las 19 de hoy (por ayer), se volverá a juntar el comité de seguimiento para evaluar la situación”, dijo Juan Manuel Abal Medina. Esa reunión se pasó para hoy, por lo que la incertidumbre se prolongará como la estadía en el hotel mexicano, que corre por parte de la embajada argentina.