El casquete polar ártico desaparecerá completamente en verano dentro de 20 a 30 años, pero ya dentro de unos diez años el Artico será un mar abierto en la temporada estival, señalaron científicos tras una misión del explorador Pen Hadow.

Peter Wadhams, profesor de la Universidad británica de Cambridge, presentó en Londres las conclusiones de los análisis efectuados a partir de los miles de datos recogidos durante una misión polar de 73 días, dirigida por Pen Hadow. El objetivo de esa misión era medir en invierno el espesor del casquete en torno del Polo Norte, para mejorar las previsiones de deshielo.

En los 450 kilómetros recorridos por el equipo, el espesor medio era de 1,8 metro y en las crestas formadas por la presión, alcanzaba 4,8 metros.

“Un espesor de 1,8 metro es característico de un hielo formado en el año, que es vulnerable en verano. Y el hielo acumulado durante varios años se retracta de manera acelerada”, explicó Wadhams. “Es un ejemplo concreto de calentamiento climático en acción”, agregó.

Martin Sommerkorn, del Fondo Mundial para la Naturaleza, consideró que “este estudio es un sombrío muestrario del deshielo del casquete”, que es “más rápido de lo que pensábamos”.