La esposa Mayumi (43) y el científico de tormentas Richard (45) sacan de la escuela a sus tres hijos, Bradford (8), Ryo (7) y Falcon (5) para llevarlos en misiones de cacería de tormenta, con el fin de probar las teorías de Richard sobre campos magnéticos y gravedad. Si las condiciones son adecuadas, Mayumi levanta a la familia al grito de ‘¡tormenta aproximándose, tormenta aproximándose!’. La familia duerme vestida, para poder salir rápido de la cama y meterse en el tormenta-móvil. Richard llama a Mayumi su “esposa ninja”; ella mantiene el equipo, maneja el tormenta-móvil, filma los tornados y espera con los chicos mientras Richard salta sobre su moto, se aventura hacia el ojo de la tormenta y lanza cohetes para medir las fuerzas magnéticas. En casa, la familia es tan caótica como un tornado: los chicos no tienen modales en la mesa y rebotan todo el tiempo por la casa, y mientras Richard dedica cada momento a su investigación, espera que Mayumi cocine, limpie y se encargue de la casa sin ayuda alguna.