El presidente electo de Chile, Sebastián Piñera, buscará un acuerdo político con los partidos de la Concertación para modificar la Ley de Presupuesto. Según declaró ayer el multimillonario empresario, el nuevo Ejecutivo quiere sancionar un paquete de leyes para enfrentar la catástrofe causada por el terremoto y encarar la reconstrucción de las zonas afectadas. Piñera no se privó de criticar al gobierno de Bachelet por su reacción ante la tragedia: lamentó que la presidenta no hubiera decretado el estado de catástrofe el mismo día en que ocurrió el sismo. Todo esto a tres días de la llegada del flamante mandatario a la conducción de La Moneda.

“Vamos a enviar un proyecto de ley para adecuar el Presupuesto de 2010 a la realidad y a las exigencias que el terremoto y el maremoto han puesto sobre nuestros hombros”, declaró Piñera ayer al mediodía a los medios chilenos, al tiempo que explicó que el objetivo es “obtener financiamiento para las numerosas medidas de emergencia y para reconstruir las zonas afectadas, poniendo especial énfasis en el Maule y el Bio Bio.”

El proyecto impulsado desde el próximo Ejecutivo requiere un acuerdo político en el Parlamento con los partidos de la saliente Concertación, razón por la cual este sábado el electo mandatario mantuvo una reunión con sus mayores dirigentes. A su salida, varios miembros de la coalición de izquierda aseguraron que la medida impulsada por Piñera seguramente lograría la aprobación, ya que como partido sólo actuarán como oposición en temas que no estén relacionados con la tragedia.

Las tareas de reconstrucción podrían demandar todo el período del futuro gobierno. Piñera lo sabe y en anticipo a ese escenario el futuro mandatario busca lograr esta ley de reconstrucción. El líder del centroderecha chileno explicó que se necesita de una profunda reestructuración del sistema de alerta y ayuda temprana para controlar los daños de futuros desastres naturales, al tiempo que insistió en que impulsará una nueva ley de donaciones para recibir el aporte y la solidaridad del sector privado.

El llamado a la reconstrucción, sin embargo, no estuvo exento de críticas al gobierno de Bachelet en lo que respecta a la reacción oficial tras el terremoto. En declaraciones radiales, el multimillonario empresario lamentó que La Moneda no hubiera decretado el estado de catástrofe el mismo sábado del terremoto que sacudió a la zona centro sur, lo que a su criterio hubiera permitido evitar saqueos en las principales ciudades afectadas.

“Lo importante es si era necesario o no pedir la contribución a nuestras fuerzas armadas. Creo que sí era necesario, y ahí perdimos 48 horas”, aseguró Piñera, a la vez que reiteró su intención de mantener el despliegue de las fuerzas militares en las zonas afectadas por el sismo.

En una implícita defensa a su actuación al frente del gobierno, la presidenta Bachelet pidió paciencia a los afectados por el terremoto y reiteró su compromiso en tareas de ayuda y reconstrucción. “Yo hago lo que hay que hacer. Trato de hacer lo mejor posible desde el primer momento: desde que asumí la presidencia y por cierto en este terremoto”, aseguró la mandataria. “Vamos a estar hasta el último momento sin descanso”, enfatizó Bachelet, quien hasta el momento del terremoto contaba con una imagen positiva del 80 por ciento entre la población chilena.

Así las cosas, Chile se prepara para una nueva gestión de gobierno en lo que será, por primera vez en veinte años, la vuelta al poder de la derecha.