Juan Carlos March, el médico que dio fe de la muerte natural de María Marta García Belsunce, no podrá entregar nuevos certificados de defunción. En realidad, como poder puede. Pero el Registro Civil, por orden de su director general Félix Pelliza, no recibirá documentos con su firma. Salvo que un familiar del difunto se haga responsable de dar fe de que March dio fe de cuerpo presente. Como anticipó ayer Página/12, además de la suspensión, Pelliza notificó al Ministerio de Salud para las sanciones que pudieran corresponder administrativamente. Pero, además, presentó en Tribunales una denuncia penal contra March por falseamiento de documento público. En el certificado, además de fijar una causa de muerte incorrecta, March sostuvo que el deceso se produjo en un domicilio porteño.
Ayer, Horacio García Belsunce (h.), hermano de la víctima, intentó aclarar que en la familia “querían que María Marta estuviera cerca y fuera enterrada en la Recoleta. Nos dijeron que aparentemente para enterrarla en la Recoleta tenés que haber muerto en la Capital Federal y tener domicilio en Capital Federal. Ahora uno se viene a enterar de que parece que no es así”. La sorpresa de García Belsunce se trasladó al Registro Civil: “No entiendo cómo pueden decir eso si todas las cocherías saben que alguien que vive en un distrito puede realizar el traslado a otro distrito con el simple trámite de hacer un acta de traslado. Y no creo que haya sido un problema de dinero. ¿Sabe cuánto sale ese acta? Quince pesos”.