Por H. C. y R. K.

Mientras el vértigo sometía al country Carmel de Pilar, en los Tribunales porteños el juez Julio Lucini presenciaba dos careos, y las declaraciones indagatorias de Marcelo Ferrín, que hasta ayer se había negado a declarar, y Oscar Sierco, ambos empleados de Sierra. Los careos fueron realizados entre Sierco y Guillermo Bártoli, cuñado de María Marta, y Sierco y Miguel Taylor, testigo y amigo de la familia García Belsunce que había acompañado a Bártoli para realizar los trámites en la Casa Sierra. Después de ese careo, fuentes del caso aseguraron que del juzgado de Lucini partió una orden de detención de un camillero de Sierra. No se descartan otros pedidos de captura.
Por el momento, la causa no tiene procesados. Según fuentes judiciales, el próximo lunes estaría resuelta la situación de los tres detenidos –el médico Juan Carlos March y los dos empleados de Sierra, Ferrín y Sierco–, y la de Bártoli. Ferrín se había negado a declarar y ayer solicitó que le tomaran la indagatoria. Por su lado, Sierco, quien ya había declarado, pidió ampliación de indagatoria. Previamente, este último se enfrentó en careo a Bártoli y a Taylor. Aparentemente, esos careos fueron considerados de importancia porque, inmediatamente después de finalizados, partió la orden de captura del camillero. Según investigadores del caso, se trataría de Roberto Di Feo, empleado de Casa Sierra.
Di Feo fue el primero de los hombres de la funeraria que entró en contacto con el cuerpo de María Marta. La intención del juzgado es tomarle declaración que podría aportar datos valiosos: Di Feo podrá decir si el cadáver ya había sido maquillado y qué tipo de trabajos realizó él mismo. Aunque esta averiguación está en directa relación con el crimen o su encubrimiento, el objetivo del juez Lucini es otro: “El caso García Belsunce –reveló una fuente judicial– es un ejemplo de modalidad empleada por una organización dedicada a falsear certificados de defunción”. Como ya anticipó Página/12, el juez se basa en cuatro certificados firmados por March y Casa Sierra, pero incorporó casi una veintena más como prueba.