Macri en su momento fue contundente con respecto al cuestionamiento de Ibarra como responsable de Cromañón. La analogía en el caso del gimnasio que se llevó la vida de tres personas resulta insoslayable. No importa la cantidad de muertes, importa la falta de control que lleva a la muerte. La designación del responsable del área de Protección del Trabajo y de la Agencia de Control de la Ciudad es responsabilidad del jefe de Gobierno, más aún cuando el responsable de la Agencia participó de una reunión en Boca Juniors el martes. Por cierto, quienes rodean a Macri tienen siempre intereses privados que están por encima de los intereses públicos. Como para él mismo, el gobierno es subsidiario de los intereses privados. Sin embargo, impresiona la capacidad para reiterar la misma fórmula: “Yo no fui” o “Yo no soy responsable”. Si se trata de tirar la pelota fuera del campo, el paso por Boca rindió sus frutos. Ni las escuchas telefónicas ni la designación de funcionarios incompetentes parecen rozarlo. Imagino que cada vez más este tipo de obstinación argumentativa irá desplomándose, pero es difícil prever cuándo. La complicidad de las corporaciones mediáticas, por ahora, juega a su favor.

* Semiólogo (UBA, UNLZ).