Carolina Píparo, la mujer baleada en una salidera bancaria, declaró que el delincuente que la atacó le “pegaba con muchísimo odio, descontrolado” y que una vez que le arrebató la cartera en lugar de huir la seguía golpeando. “Yo estaba de rodillas agarrándome la panza y veo que la cartera con el dinero estaba a un metro mío en la vereda y él me sigue pegando en lugar de agarrar la cartera”, explicó.

Carolina prestó declaración testimonial en la fiscalía platense en la que aseguró que si bien no percibió el disparo que el delincuente le efectuó en la boca, cuando la auxilió una pareja sintió que “no podía respirar” y que se “estaba muriendo”. “Lo que me acuerdo es de hacer fuerza para seguir respirando y pensar que el bebé estaba bien. Nunca imaginé que le podía pasar esto”, dijo.

La mujer relató que cuando llegó a la puerta de su casa en el auto se le acercó un hombre que le dijo: “Dame la guita que sacaste del banco, hija de puta”. “Yo me agarro la panza y le digo que no me haga nada que estoy embarazada y él automáticamente me pega con el arma un culatazo en la cabeza y empiezo a sangrar”, describió.

La víctima concluyó: “Me empieza a bajar del auto de los pelos y me sigue pegando en la cabeza, con muchísimo odio, descontrolado y ahí me caigo”.