Ayer declararon además un joven que reveló que también fue torturado esa noche en la Brigada; el padrastro de Andrés, Walter Di Pietro, quien narró que la noche del 28 de septiembre fue detenido y luego liberado porque lo confundieron con el albañil, y la viuda de Núñez, Mirna Gómez.

El abogado de ella, Eduardo Hortel, destacó ayer que “lo importante fue que los testigos declararon lo mismo que habían dicho hace veinte años, con todos los detalles”. Hortel aseguró que lo ocurrido “parece un cuento de terror” y se lamentó de que haya pasado tanto tiempo para llegar al juicio: “Después de 20 años, poder obtener todos los testigos para volver a recuperar todo lo que se dijo y lo que se hizo no sé si va a poder ser posible, espero que sí”. Y señaló que “los principales autores están prófugos”.

La causa empezó el 2 de noviembre de 2006, cuando se detuvo el ex sargento primero González, junto a otros policías procesados por el asesinato de Núñez, Pablo Gerez y Luis Raúl Ponce, todos funcionarios de la Brigada La Plata.

El abogado Hortel interpuso un recurso extraordinario contra la sentencia del Tribunal de Casación que dejó a varios policías desvinculados por prescripción de la acción y que podría dejar también sin juicio a los dos ex policías prófugos.

Esa sentencia aún no está firme y resta conocer la decisión de la Suprema Corte provincial, a la que recurrió para solicitar que se declare el crimen como delito de lesa humanidad y volverlo imprescriptible, de conformidad con la sentencia en ese sentido en el caso “Bulacio”.