A mediados de enero, la Argentina fue calificada como un destino turístico “de riesgo” por el gobierno estadounidense al mismo nivel que Ruanda, Nepal y Uzbekistán. Ayer, el secretario de Deportes y Turismo, Daniel Scioli, anunció que la administración de George Bush prometió sacar al país de esa categoría, que espantó en los últimos días a los turistas norteamericanos.
El tema tenía sumamente preocupadas a las autoridades argentinas y fue planteado días atrás por el canciller Carlos Ruckauf en Washington.
“Nuestro gran desafío es revertir la imagen internacional de inseguridad que tiene nuestro país, por eso el viaje a Washington, en donde autoridades de la administración del presidente Bush nos prometieron cambiar la calificación de alto riesgo para los turistas internacionales”, indicó Scioli.
Entre las medidas tomadas por el Departamento de Estado, figura la recomendación a los operadores turísticos estadounidenses de no vender viajes a la Argentina. El cambio de categoría obedeció al “desorden público” generados tras el anuncio del corralito.