La empresa de Francine Hardaway se llama Stealthmode y se dedica a “ayudar” a crecer a las compañías que comienzan en Internet, realizando campañas de marketing y relaciones públicas “para poner a las empresas en la mente y el corazón de las personas”. Hardaway cuenta que fuera del Silicon Valley las historias que escucha suelen ser siempre similares: “Tenemos talentos, tenemos ideas, pero falta de infraestructura para apoyar a los emprendedores”, dice. “La nueva generación de emprendedores de la región, basada en Internet, muestra mucho menos deferencia a las elites existentes, y están dispuestos a modificar las cosas”, cerrará después. Hardaway cuenta el caso de Steve Vachani, de Serendipity Ventures, que se mueve fácilmente entre Nueva York, Río de Janeiro y San Pablo, tratando de identificar equipos para que se muevan hacia Brasil para empezar a pensar en que puede aparecer una compañía global nacida en ese país. “Brasil necesita más organización y más infraestructura, y creo que nosotros podemos ayudar”, le dice Hardaway a Página/12 desde una fiesta de Geeks on a Plane. Serendipity Ventures (una empresa de capital de riesgo) financia el costo del primer año de trabajo, tiene una buena chance de desarrollar una idea y si ésta no resulta atractiva se mueven hacia otra idea. “Y yo les pregunté, ¿por qué en Río? Y ellos me dijeron ‘¿Y por qué no?’.” “Los más grandes emprendedores están en los países en desarrollo. Como los atletas o los músicos, simplemente tienen que ser descubiertos”, dice Hardaway. Con respecto a la Argentina, Hardaway viene a entender el mercado, y a encontrarse con “gente joven empezando compañías que tienen que ser entusiasmados a luchar por su sueño y a hacerlo de manera independiente. Pero no tengo idea con lo que nos vamos a encontrar”.