Por P. L.

“La Argentina está sufriendo un papelón internacional”, afirmó José Martínez Martínez, presidente de la Fundación Cardiológica Argentina, con respecto a la postura con la que la delegación en la Reunión para el Control del Tabaco inició su actuación.
Martínez Martínez se admiró de que “el representante del Ministerio de Salud, Ernesto De Tito, no se quedará en todas las deliberaciones, pero sí se quedará Eugenio Corradini, quien, desde la Secretaría de Agricultura, representa en realidad a la industria tabacalera al sostener que, como en la Argentina somos productores de tabaco, no se puede restringir su comercio”.
Lo cierto es que “Corradini lleva la voz de los grandes productores; los pequeños y medianos pueden llegar a cultivar otras cosas, pero quien maneja el tema es la gran industria tabacalera, con un poder enorme y una gran capacidad de lobby a todos los niveles de representación política de la Argentina”, sostuvo el titular de la Fundación Cardiológica.
Esa entidad y la Sociedad Argentina de Cardiología se dirigieron formalmente a la Cancillería antes del comienzo de la reunión, “pero nuestra opinión técnica, como médicos, les resulta indiferente, ya que están tratando de supeditar la salud de la gente al interés comercial de algunos”, denunció Martínez Martínez.
El cardiólogo recordó que, según las entidades médicas internacionales, “la advertencia de peligro en los envases de cigarrillos debe ocupar por lo menos el 50 por ciento del espacio; la designación light o mild debe ser eliminada porque no existe tabaco seguro; debe protegerse al fumador pasivo mediante normas restrictivas en lugares públicos; deben aumentarse los impuestos al tabaco y su recaudación destinarse a la salud pública; y debe abolirse total y absolutamente la publicidad de tabaco”.