La cancelación de los vuelos, los desvíos, los traslados de pasajeros varados en otros destinos y el pago de hospedaje le está costando a Aerolíneas Argentina dos millones de dólares diarios. La aerolínea de bandera ve desvanecerse de esta manera la posibilidad de cerrar el ejercicio 2011 con las cuentas equilibradas, como esperaba a principio de año. Reunida en un comité de crisis, la cúpula de Aerolíneas analizaba cómo se reprogramarán los vuelos cancelados por la nube de cenizas proveniente del complejo volcánico chileno. La compañía posee el 70 por ciento de los vuelos de cabotaje y el 20 por ciento del tráfico internacional. La mayoría de los que debían arribar al país fueron desviados a distintas ciudades brasileñas. Esto generó que la capacidad hotelera de San Pablo y Río de Janeiro ya se encuentre colapsada. De hecho, en los aeropuertos de Río de Janeiro puede verse gente durmiendo en los pasillos. Por este motivo las aerolíneas comenzaron a utilizar otros destinos, como Fortaleza y Campinas. Por su parte, Aerolíneas Argentinas hace los desvíos a Córdoba –allí también colapsó la capacidad hotelera–, desde donde traslada los pasajeros a Buenos Aires en micro. Según explicaron a este diario, la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) está previendo incorporar, como sucede actualmente en Europa, instrumentos más precisos, para analizar las partículas más pequeñas que quedan en el aire y que podrían afectar a las aeronaves. Desde AA insistieron en la necesidad de llevar calma a la población: “Ningún avión que pase por una nube de cenizas va a generar problemas de salud en los pasajeros, ni un problema inmediato en el motor. Lo que produce es un desgaste prematuro de las turbinas”. Los pronósticos prevén buen tiempo hasta el sábado, con vientos de oeste a este, que permitirían que la nube volcánica se traslade al mar.