Por M. C.

“Es un sistema monetario paralelo. Sin dólares, ahora podríamos hablar de una segunda moneda. Los créditos están supliendo la falta de circulante. Así, la sociedad está asumiendo uno de los roles del Estado que es la emisión monetaria”, analiza el economista e historiador Guillermo Vitelli, sorprendido por el crecimiento del trueque. Para el investigador del Conicet, autor de Los dos siglos de la Argentina. Historia económica comparada (Pendergast), el sistema puede ser el espacio para “el germen de la generación industrial” en el marco de la recesión y el desempleo.
–¿Qué impacto puede tener este crecimiento de una economía informal tan extendida?
–Tiene impactos positivos y negativos. Hasta tanto la economía argentina no se recupere de esta crisis, lo que va a llegar muchísimo tiempo, puede ser el espacio para la generación industrial, el espacio para el germen de una empresa pyme. Una señora que empezó haciendo una docena de flanes puede convertirse en una pequeña empresaria con una fábrica de flanes, del mismo modo que en Estados Unidos un señor panzón empezó haciendo hamburguesas y se convirtió en la cadena McDonald’s.
–La gente come, tiene educación, recibe salud y tiene acceso a recreación en los clubes de trueque. ¿Cuáles son los aspectos negativos?
–Se trata de economía negra que crece a los ojos del Estado, a la cual el Estado no puede cobrarle impuestos. Me imagino que si aparece un inspector en alguna de las ferias lo hacen empanada. Pero al mismo tiempo, el Estado obtiene un beneficio social: a partir de la informalidad está encontrando ocupar a la gente que no tenía empleo. También puede ser un germen de lo formal, de cooperativas.
–¿Se puede salir de la recesión con el trueque?
–No sé si salir, porque la recesión es de una magnitud macro muy grande, pero sí generar espacios laborales. Lo macro es la suma de lo micro. Lo más probable es que sea un paliativo.