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El cupo femenino sindical, un presente por el Día de la Mujer
Estuvieron Chiche Duhalde, el Presidente y todo el sindicalismo masculino. La convocatoria fue en la quinta de Olivos: el Gobierno promulgó la ley por la que el 30 por ciento de las listas gremiales corresponde a las mujeres.
El presidente Eduardo Duhalde promulgó ayer la Ley de Cupo Sindical Femenino por la que, de ahora en más, las mujeres deberán ocupar al menos el 30 por ciento de los cargos directivos de los sindicatos y participarán en la misma proporción en las mesas de negociación. Cuatro meses después de sancionada, la promulgación llegó pocas horas antes del Día Internacional de la Mujer con un acto en la quinta de Olivos, donde a pesar de la abrumadora presencia de mujeres estuvieron también todos los líderes sindicales. Allí, la ministra de Trabajo, Graciela Camaño, precisó que en la actualidad “las mujeres afiliadas a sindicatos representan el 31 por ciento, pero en la conducción sólo alcanzan el 5”.
El texto de la Ley de Cupo Sindical Femenino es la unificación de los proyectos de Camaño, cuando era diputada, y de la radical bonaerense Margarita Stolbizer y fue aprobada en el Senado el 6 de noviembre de 2002. A partir de su reglamentación, todos los gremios y sindicatos, en el momento en que corresponda a las elecciones internas de cada uno, deberán aplicarla incorporando en las listas a un mínimo de 30 por ciento de mujeres o una cantidad proporcional a las afiliadas que tenga cada sindicato. Además, la presencia femenina deberá cumplirse en las mesas de negociación en igual proporción. También ayer, se suscribió una resolución que pone en acción el Programa de Capacitación y Entrenamiento para dirigentes sindicales, dirigido a “rescatar la capacidad organizativa y negociadora de la mujer”, explicó Camaño.
“Lo importante de la ley no es el cupo en sí. Lo importante es que ese mínimo de participación femenina se traduzca en representación del resto de las mujeres. Esto es, ya no la amante, la esposa o la hermana de un hombre en el poder, sino ganar espacios para lograr mejoras en las condiciones de trabajo de las mujeres y para que tengan presencia ciertos temas que si no, quedarían afuera. Así pasó con el cupo en el Senado, sino nunca se hubiera tratado temas como salud reproductiva o los cambios en el Código Penal sobre delitos sexuales”, explicó a Página/12 Margarita Stolbizer.
En coincidencia con Stolbizer, la presidenta del Instituto Social y Político de la Mujer, María José Lubertino, señaló: “Se trata de ganar espacios para mujeres que puedan trabajar autónomamente y no de que lleguen sólo las que son leales a los hombres. Lo más importante de esto es el cupo para la presencia en las mesas de negociación, para que allí se traten cuestiones de género que no se contemplan”.
A pesar de la presencia de cerca de un millar de mujeres en Olivos, “la plana mayor de la CGT irrumpió de manera desagradable con una hilera de sillas por delante de las mujeres y todos aplaudieron disciplinadamente a pesar de que históricamente fueron los principales objetores de esta ley. Habrá que ver cuáles son los motivos de ese disciplinamiento”, cuestionó Lubertino.
Allí estaban los sindicalistas Rodolfo Daer, Hugo Moyano, Armando Cavalieri, Juan Manuel Palacios, José Pedraza, Julio Piumato y Carlos West Ocampo, entre otros. Todos aplaudieron cuando Duhalde anunció la promulgación “pero todos tragaron saliva y no pudieron ocultar las caras largas cuando la primera dama, Hilda Duhalde, declaró: ‘Ahora vamos por más’”, coincidieron hombres y mujeres presentes. Es más, una vez terminado el acto, Rodolfo Daer se acercó a la ministra Camaño, a quien, con más seriedad que ironía, le dijo: “Lo único que falta es que ahora tengamos que pedir nosotros el cupo masculino”.
Al promulgar la ley 25.674, Duhalde sostuvo que “el mundo vive un proceso de deshumanización en el que la guerra parece algo natural. Por eso es necesaria la mirada femenina para recuperar valores como la libertad y la justicia”. En el salón repleto, y con la presencia de las ministras de Educación, Graciela Giannettasio, y de Desarrollo Social, Nélida Doga, el Presidente rescató como ejemplo “la epopeya argentina y los valores inclaudicables representados por las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo”.
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