Las 14 ONG decidieron incluir en el cuestionario un tema tabú en campañas electorales como es el aborto. “¿Ha considerado encarar políticas relativas a la interrupción voluntaria del embarazo? En ese sentido: ¿Reglamentará los casos de aborto no punibles ya vigentes? ¿Promoverá legislación desincriminando la interrupción voluntaria del embarazo? Si el Parlamento Nacional sancionara una ley en ese sentido, ¿usted la vetaría?”, fueron las preguntas formuladas al respecto. Menem dejó clara su posición contraria al incluir en su página web un texto suyo publicado en noviembre con el objeto de defender a la Iglesia de los ataques a sacerdotes por acusaciones de violaciones y abusos sexuales en el que dice: “Tuve muchas ocasiones –las más excepcionales de mi vida pública– de unir mi voz a la del Santo Padre para defender la vida desde el momento de la concepción, repudiar el aborto y...”. Rodríguez Saá no quiso contestar. Ni Kirchner ni López Murphy dicen nada al respecto en sus planes de gobierno. “Carrió tampoco, pero conocemos su posición en contra del aborto”, aclaró Martha Rosenberg, del Foro por los Derechos Reproductivos.
Walsh fue la única que dijo estar a favor de la reglamentación de los abortos no punibles y aclaró que está trabajando en la elaboración de un proyecto de ley para legalizarlo. Llamativamente, Bravo esquivó expedirse, “aunque es autor de uno de los mejores proyectos de desincriminación del aborto”, se sorprendió Rosenberg. Como respuesta dijo: “Se impulsarán políticas destinadas a erradicar morbimortalidad causadas por la interrupción voluntaria del embarazo en situación de riesgo para la salud de la mujer”. Y Zaffore aclaró que “el MID no considera ético” el aborto.