SOCIEDAD
• SUBNOTA › HABLA UN ESPECIALISTA EN EFECTOS DEL CANNABIS
“Permite eliminar las náuseas”
Por Emilio de Benito *
Desde Madrid
Una década lleva J. Michael Walker estudiando los efectos del cannabis y sus componentes, aunque su “interés” por la sustancia comenzó “mucho antes”, dice con una media sonrisa. Actualmente, este científico estadounidense de 50 años es profesor en la Universidad de Brown (Rhode Island). También es presidente de la Sociedad Internacional de Investigación sobre el Cannabis (ICRS por su nombre inglés), entidad que recientemente reunió en Madrid a 300 especialistas en cannabis y sus derivados, los cannabinoides.
–¿La investigación se centra en las propiedades de la planta?
–No. Investigamos los endocannabinoides, que son sustancias del sistema nervioso humano de la misma familia que las obtenidas de la planta.
–¿Y qué funciones tienen?
–Está científicamente demostrado que los derivados del cannabis ayudan a combatir la falta de apetito y eliminan las náuseas asociadas a ciertas enfermedades o tratamientos, como algunos casos de cáncer, sida o quimioterapia. En concreto, mi equipo trabajó sobre un endocannabinoide, el 2AG, para controlar el dolor.
–¿En personas?
–No, trabajamos con ratas. Los monos rhesus, los más utilizados, son muy caros, y tienen unos colmillos muy afilados que dan bastante miedo. De todas formas, el dolor se transmite de la misma forma en todos los vertebrados.
–Los animales no fuman. ¿Podría tener alguna ventaja el consumo directo de marihuana?
–Algunos médicos son más partidarios del cannabis fumado que de las pastillas. Su absorción es más rápida que si se toma una píldora o una cápsula, y eso es importante si se quiere eliminar un ataque de náuseas o de dolor. No se puede pedir al paciente que espere dos horas para que una tableta le haga efecto. También dicen que, precisamente porque se absorbe más rápido, es más fácil controlar la dosificación. Bastaría con dejar de fumar cuando se ha alcanzado el efecto deseado. Las sobredosis de cannabinoides pueden ser muy desagradables.
–¿Pero fumar porros no podría crear adicción?
–Sí, claro, pero el cannabis es mucho menos adictivo que la cocaína o que los opioides como la heroína.
–¿Y menos que el tabaco?
–Es imposible realizar estudios sobre eso. Piense que en mi país la pena por poseer 100 gramos de marihuana y una violación es la misma.
–¿Podría llegar un momento en que un médico recete un porro para abrir el apetito, quitar las náuseas o mitigar el dolor?
–No creo que en EE.UU. eso vaya a llegar, y menos con el actual gobierno. Sólo en algunos Estados se permite el consumo para enfermos terminales. Canadá está más avanzada en eso. También, por lo que sé, en Reino Unido y Francia la legislación es más permisiva. Nuestro trabajo está más orientado a la fabricación de medicamentos, de pastillas de cannabinoides.
–Hay quien dice que fumar marihuana es menos perjudicial que fumar cigarrillos.
–Lo razonable es pensar que fumar cannabis también es malo. Hay estudios hechos por la Universidad de California en Los Angeles en hippies que llevan 40 años fumando sólo porros que demuestran que los pulmones de los fumadores de cannabis tienen un aspecto terrible.
* De El País, especial para Página/12.
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