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Qué le espera a Calafell
Hasta la media tarde de ayer, cuando ya había finalizado la audiencia preliminar en Miami, los abogados cordobeses Diego Vezzaro y José Luis Reinoso tenían la débil esperanza de que la fiscalía de Florida desistiera de pedir la captura de Esteban Calafell. En Estados Unidos, a diferencia de las normas argentinas, los fiscales no tienen la obligación de perseguir penalmente a una persona, por más que tengan una confesión que la señala como culpable. Sin embargo, horas después se confirmó que la Justicia norteamericana parece no conformarse con haber detenido a María Rosa Marchán. Ahora van por el novio, cuyo paradero se ignoraba anoche en la ciudad de Córdoba.
“La supuesta confesión de la chica no influye ni a favor ni en contra de nuestro defendido”, aseguró Vezzaro. El penalista fue llamado por la familia Calafell, que en primera instancia había puesto a su hijo en manos de Reinoso, cuya especialidad es el fuero laboral. Vezzaro, que recién en marzo viajaría a los Estados Unidos para conocer con precisión las pruebas que involucran a Calafell, sostuvo que la “supuesta confesión carece de importancia, porque fue en sede policial y lo que vale es lo que pase durante el juicio”. Se refiere a la etapa de sentencia, que recién podría llegar en seis o doce meses. Anoche, los abogados estaban reunidos con su cliente en un lugar reservado, estudiando la crítica situación. En declaraciones que hizo al diario La Reforma, de La Pampa, Calafell dijo que antes de viajar a la Argentina le había dejado a su novia “una cartita con los días y la hora exactos en que me tenía que llamar” al lugar donde se refugiaba en Córdoba. En Miami, la impresión es que “ese muchacho huyó dejando a su novia de seña y eso se paga”, comentó una fuente allegada a la causa.
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