“Si yo fuese culpable, con toda la investigación que se hizo, tendría que estar preso”, afirmó anoche Sergio Opatowski, respecto del crimen de su hijastra, Angeles Rawson, al formular las primeras declaraciones ante la prensa, tras un silencio que se impuso días después del asesinato. El hombre se refirió de esta manera a los comentarios que lo vienen sindicando como sospechoso en la causa. Resolvió hablar después de que las dudas quedaran despejadas, el martes, cuando los investigadores del caso confirmaron que en el momento en que Angeles llegaba al edificio donde vivía, él estaba en un banco, a 55 cuadras del lugar del hecho.

“Ahí se dieron vuelta y hasta los medios se dieron vuelta y dijeron: ¡Huy... vamos a tener que pedirle disculpas al padrastro por todo lo que se ha inventado!”, dijo a la prensa anoche, frente al edificio de Ravignani 2360.

Respecto del único imputado por el crimen, el encargado del edificio, Jorge Mangeri, Opatowski aseguró que él no lo puede juzgar y que deja eso en manos de la Justicia.