Rubén Astrada habló ayer por distintos medios sobre sus días en cautiverio junto al empresario Juan Carlos Cirelli: “Yo estaba sentado en la cama chica, agachado, con los ojos tapados, y él se acercó y me dijo que ‘yo estoy hace 30 días igual que vos, acá’. Me dice ‘tenés que comer porque si te llega a pasar algo te quedás acá tirado’. Yo no quería comer nada, tomaba té con galletitas de agua. Como estaba con los ojos tapados tenía que andar a los manotazos”.
Después, en declaraciones a una radio, no fue tan contundente acerca de si había estado al lado de Cirelli. “No sé si Cirelli estuvo conmigo. Yo estaba tapado, escuché una voz un día que me dijo ‘Cuqui’, tenés que alimentarte, si no te alimentás te vas a perjudicar la salud”, contó.
Astrada dijo que el empresario no le reveló que estaba a punto de escaparse. “Si me hubiera dicho ‘vámonos’, me hubiera ido, porque estaba desesperado. No sé a la hora que se fue este hombre... serían las cinco, las seis de la tarde. Yo me quedé en la cama, estaba encadenado”.
También contó que estuvo todo el tiempo con los ojos vendados, en una cama chica, y que escuchaba al menos a dos hombres hablando cerca de él, pero que no alcanzaba a oír el contenido de sus conversaciones porque “cuchicheaban” y a su vez ponían música a alto volumen.