“Un proyecto que mejore la organización de los servicios para atender partos prematuros va a crear fuertes resistencias entre los profesionales”, advirtió Bernardo Chomski, coordinador de la Alianza Argentina para la Salud de la Madre, Recién Nacido y Niño (Asumen) y ex jefe de Neonatología del Hospital Argerich.

“Lamentablemente –explicó– suelen entrar a jugar los ‘egos’ profesionales: si a un servicio que se atribuía cierta complejidad se le plantea que tiene que derivar a otro lugar a los pacientes más complejos, pueden plantearse conflictos. Es cierto que los profesionales que trabajan en neonatología generalmente tienen clara esta cuestión y saben qué se requiere para atender a un prematuro complejo con la mejor calidad; hay cierta comprensión, pero puede haber conflictos.”