El enfrentamiento de Mollaghan con el padre Ignacio Periés no es de nueva data, sino que viene desde hace tiempo y recrudeció por la diferencia de trato que recibieron del padre Francisco. Mientras que el cura sanador pidió y obtuvo una cita a solas con el sumo pontífice, el arzobispo trató en siete oportunidades de conseguir un encuentro pero nunca le otorgaron la chance y, en cambio, le mandaron una “visita fraterna” para investigar presuntas irregularidades en el manejo de fondos y denuncias por maltrato.

El encuentro entre Periés y Francisco se concretó en septiembre pasado, pero se hizo público a través de las redes sociales en noviembre mediante un posteo que partió desde la parroquia Natividad del Señor.

Por otro lado, en ese mismo mes Mollaghan seguía en lista de espera, después de siete intentos, y recibía “una visita fraterna”.

Según un comunicado de la Nunciatura Apostólica entre “el 18 y el 22 de noviembre y el 10 y el 13 de diciembre, monseñor José María Arancibia, arzobispo emérito de Mendoza, por encargo de la Congregación para los Obispos, hizo una visita fraterna a la arquidiócesis de Rosario con la finalidad de recoger informaciones sobre su actual situación pastoral”.

El documento señaló que “el resultado de la visita será transmitido a la Santa Sede y, por lo tanto, todos han de abstenerse de sacar conclusiones y de emitir juicios anticipados, que serían imprudentes e injustos”.